Con aumentos que rondaron el 2 por ciento, las petroleras –a excepción de YPF- ajustaron los precios de los combustibles. A tono con las medidas tendientes a disciplinar la inflación, las subas se aplicaron fuera de los límites de la General Paz
Más de sesenta días llevan los precios de los combustibles sin modificarse. Al menos eso sucede en la ciudad de Buenos Aires, no así en el interior del país, donde las pizarras sufrieron algunas ligeras modificaciones intentando acompañar el ritmo de la inflación.
Según pudo constatar este medio, los ajustes que se aplicaron fuera de los límites de la General Paz rondaron el 2 por ciento. La suba impacto en todas las marcas a excepción de YPF que mantiene los valores desde el 28 de diciembre pasado, fecha en que fijó un incremento promedio del 6 por ciento promedio en todos sus combustibles líquidos.
La compañía explicó que «las subas más altas se registraron en los productos premium (Nafta Premium y Euro Diesel), mientras que la suba más moderada fue para los productos de mayor consumo (Nafta Súper y Ultra Diesel)».
Miguel Galuccio, el número uno de la compañía, ya había explicado que los aumentos formaban parte del plan de negocios de la compañía. En octubre último, la petrolera había aplicado una suba del 3 por ciento.
Más allá de este argumento, lo cierto es que por el momento YPF no evalúa tener previsto hacerlo. Si bien no hay explicaciones oficiales, todo parece indicar que la petrolera estatal estaría enmarcada en el acuerdo de precios promovido por la Secretaría de Comercio Interior con diversos sectores de la economía cuyo plazo inicial (podría prorrogarse) vence el próximo primero de abril.
No obstante su presidente no dejó lugar a dudas al hablar del tema: “Los combustibles van a seguir aumentando de acuerdo con las necesidades de la compañía y de la industria”, sostuvo dando por hecho que la empresa no se alinearía con las prorrogativas de Guillermo Moreno.