“Manolo” Rodríguez: un emblema de la actividad

Es casado, tiene 2 hijos, 5 nietos y goza de un humor admirable. Manuel Rodríguez cumple 50 años en la actividad, muchos de ellos formando parte de CAPEGA, espacio en el que es sumamente valorado por sus pares. Sus comienzos. La realidad argentina. Su dedicación y vocación de servicio.

la foto (11)“Manolo” Rodríguez decidió hace 50 años incursionar en la actividad y asegura no haber visto jamás una crisis económica – financiera en nuestro país como la actual. “No nos afecta a los estacioneros directamente, pero las principales actividades de la provincia se han visto afectadas por la sequía y factores externos que impidieron un buen rendimiento y el ingreso de divisas”, afirma el reconocido empresario en clara alusión a la zafra azucarera, a la actividad citrícola y al cultivo de granos.

Al recordar sus comienzos, viene inmediatamente a su memoria la sociedad que conformó junto a su padre Tomás Rodríguez, Ido Lino Dian y Antonio Pascual, denominada Petronorte S.A. Sociedad que les permitió obtener la adjudicación de la agencia YPF (distribuidora de combustibles y lubricantes a todas las estaciones de servicio de la zona). Petronorte SA, al día de hoy, continúa integrado por el grupo Dian y el grupo Rodríguez.

Las ganas de crecer pronto materializarían en numerosas estaciones, tanto de GNC, de bandera YPF y de bandera Blanca. La segunda generación de la familia Rodríguez ya tomó la posta en las compañías, adaptando la firma a las nuevas tecnologías para poder competir en el mercado. Gonzalo y Pablo son los claros exponentes de la dedicación al trabajo que su padre les supo inculcar.

“Ser estacionero tiene sus pro porque es un negocio rentable en momentos de bonanza y también sus contra. La principal, desde mi punto de vista es lo que se vende a cuenta y luego no se puede cobrar”, ejemplifica Manolo. La firma Petronorte SA, actualmente, tiene a su cargo más de 60 empleados que prestan servicio en horarios rotativos, los 365 días del año.

Al recordar a su familia, reflexiona que valió la pena tanta dedicación a la actividad. “Nunca hablo de sacrificio, sino de dedicación a lo que a uno le gusta, por eso sigo trabajando en esto”, concluye el reconocido empresario que es conocido y querido como “Manolo”, pero admirado por su extensa y vasta trayectoria.