Destacan que la diferencia de precios entre el GNC y las naftas alcanzó un máximo histórico que promete grandes resultados para el próximo año. Señalan que hay proyectos para instalar nuevas bocas de carga que están impulsando las ventas de compresores y surtidores en el mercado interno. “El que no usa GNC hace un pésimo negocio”, aseguran.
Carlos Scioli, titular de la compañía Agira, ve con optimismo el negocio del que participa hace muchos años. Entiende que actualmente están dadas todas las condiciones para que los automovilistas se interesen en el GNC como combustible alternativo a las naftas, principalmente por la importante relación de ahorro que presenta el gas.
Los ajustes que las petroleras realizaron sobre los combustibles líquidos beneficiaron al GNC, arrojando una relación de costos que en general va de 3 a 1. Es más, en algunas zonas donde el metro cúbico se vende a bajo precio la proporción es aún mayor, de casi 4 a 1.
YPF, que es la marca más económica, ofrece el litro de nafta súper en el interior del país a un promedio de $6,52, mientras que el metro cúbico de gas se comercializa aproximadamente a $2,20, salvo en las provincias del norte que es un poco más caro.
“Las perspectivas para el año que viene son muy alentadoras”, resalta. El hecho de que YPF necesite precios altos para financiar los 37.200 millones dólares que estipula el plan de inversiones para exploración y explotación de hidrocarburos, aparece como un aliciente para la industria del GNC. “La relación de ahorro va a seguir creciendo”, reflexiona.
Sin embargo, Scioli cuestionó a los titulares de estaciones de servicio que aún hoy difunden en los medios de comunicación un mensaje pesimista sobre el negocio del GNC. “Me preocupa”, admite, sobre todo por los efectos que se genera entre los potenciales clientes.
A partir de septiembre, cuando el Gobierno anunció que el gas en boca de pozo – principal insumo de las estaciones de servicio – se elevaba en un 300 por ciento, muchos consumidores descartaron la posibilidad de convertir el vehiculo porque creyeron que en realidad lo que se modificaba era el valor al publico.
Para corregir esta idea aclara: “las estaciones de carga ya absorbieron los aumentos y sin embargo el precio del gas sigue siendo muy tentador”. Tal es así que sugiere a los interesados en adquirir equipos de gas que “no duden en traspasar el vehiculo porque es un gran negocio”.
Este año Agira reconoce haber mejorado notablemente las ventas de compresores y surtidores, lo que da a entender que hay proyectos para ampliar las bocas de expendio en existencia y para la construcción de otras nuevas. “Hacia tiempo que no se vendían tantos productos como este año”, manifestó el empresario.
Scioli analiza que “si hay esa inversión es porque la perspectiva del negocio es buena”, tanto en lo que respecta a los productores de equipos, las empresas que proveen a los expendedores, como así también para las estaciones de servicio.