Es usual que se produzcan accidentes en las estaciones de servicio por no respetar las normas de seguridad específicas para productos inflamables. En general se generan por el uso del celular cerca de los surtidores, restos de cigarrillos, desperfectos mecánicos en los vehículos y motos con caños de escape que expulsan chispas.
Días atrás el secretario General de la Asociación de Trabajadores el Estado (ATE-San Luis), Raúl Varela, falleció luego de recibir graves quemaduras en su cuerpo cuando intentó acelerar las brasas de un asado adicionando nafta. Al parecer, las heridas se fueron complicando generando una importante infección que no pudo ser combatida por los médicos.
Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (Cecach) explica que en la práctica las personas manipulan los combustibles sin tomar a consideración los riesgos que ello puede desencadenar. “La gente que cree que es un mito el uso del celular, que las motos con chispas no hacen nada, que el auto de GNC no necesita la revisión, hasta que pasa un accidente”, manifestó.
“El público, por falta de información o imprudencia, no toma conocimiento de la gravedad de usar combustibles”, insiste De Paoli. De hecho, el año pasado un local de Secheep Combustibles, la marca perteneciente a la empresa provincial de energía de Chaco, se prendió fuego cuando un cliente atendió el teléfono a centímetros del surtidor.
A principios de 2014, en Santiago del Estero explotó un auto mientras cargaba GNC por desperfectos mecánicos. No estaba en condiciones para circular pero sin embargo llegó a la estación de servicio e intentó abastecerse. El saldo: una mujer perdió una pierna, el marido graves lesiones en la vista y el playero con daños varios en el cuerpo. No contaba con la autorización del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
De Paoli, por su parte, hizo mención a las motos que se acercan a cargar naftas a las bocas de expendio con modificaciones en el caño de escape que producen cantidades importantes de chispas. En caso de que estas impacten sobre residuos de naftas en el suelo o sobre las rejillas, asegura que pueden desencadenar en un incendio. Los vapores de las naftas son altamente inflamables.
Los manuales de seguridad e higiene para estaciones indican como primera medida no fumar, eliminar la posibilidad de fuegos abiertos y asegurar una ventilación adecuada en todo momento. En zonas definidas como peligrosas, la instalación eléctrica deberá ser a prueba de explosión y bajo ninguna circunstancia se deberá utilizar o conectar equipos o artefactos, fijos o portátiles, que no respeten esta condición.
Señalan que es de fundamental importancia que todos los equipos e instalaciones (surtidores, compresores, elevadores, bombas de agua, etc.) sean adecuadamente mantenidos y que se realicen las comprobaciones y verificaciones de rutina indicadas por los fabricantes.