La Secretaría de Comercio Interior no prorrogó la Resolución que fijaba un tope al precio de los combustibles y tras el feriado, los valores se ajustaron hasta un 7,5 por ciento en el país. El límite vencía ayer pero nadie lo respetó.
El Boletín Oficial del día de hoy apareció sin la prórroga de la resolución 35 que ponía tope a los precios de los combustibles. De este modo las petroleras quedaron habilitadas para disparar el precio de las naftas y el gasoil y así lo hicieron: aplicaron ajustes que rondaron entre un 6 y un 7,5 por ciento según la región.
YPF, en su condición de testigo del mercado, fue la primera. «El incremento recayó en menor medida sobre los combustibles masivos, como la Nafta Súper y el Diesel 500», afirmaron.
Por el momento, la suba de la petrolera estatizada no incluye aceites ni GNC. Desde la empresa aseguran que es un «acomodamiento de los productos al resto de la oferta del mercado. YPF sigue teniendo los combustibles con precios más bajos del mercado».
En las estaciones de servicio de Capital Federal, el litro de nafta súper ahora cuesta $8,72 y la premium subió de 8,99 a 9,69 pesos, un alza en del 7,8 por ciento. El litro de diesel cuesta $ 7,77 y el de euro diesel subió de 8,29 a 8,90 pesos.
Shell, en tanto, aumentó el precio de los combustibles hasta un 7,5 por ciento, mientras que el resto de las empresas también equipararon sus surtidores durante el día de ayer. En muchas provincias las pizarras exhibían importes por encima de los diez pesos para el litro de la nafta de mayor calidad y la súper rozando esa cifra.
Según precisaron fuentes extraoficiales, a cambio de la luz verde para avanzar con los aumentos, las petroleras se comprometieron a «realizar mayores aportes de producción», mediante inversiones, en un año en el que la energía volverá a mostrar un importante déficit de comercio exterior.