En el afán de suplir las obligaciones que son de competencia del Estado, diputados bonaerenses propusieron a través de un Proyecto de Ley que las estaciones de servicio impidan la carga de naftas no solo a motociclistas que no lleven el casco sino también a los vehículos de este tipo que no cuenten con espejos retrovisores ni silenciador.
Una “original” propuesta que incluye a las estaciones de servicio espera ser debatida en legislatura de la provincia de Buenos Aires. Se trata del Proyecto de Ley D- 1027/13-14-0 que regula la carga de combustibles a los moto vehículos.
Su Artículo 1º establece la prohibición de abastecimiento cuando:
a.- el conductor y/o acompañante del motovehículo no llevaran el casco reglamentario debidamente colocado;
b.- el motovehículo no contara con el sistema de escape de gases en correcto funcionamiento, incluyendo el silenciador;
c.- el motovehículo no contara con los dos espejos retrovisores, provistos uno a cada lado del manubrio de conducción.
Según la iniciativa, “el uso obligatorio del casco protector para conductor y acompañantes de motovehículo, es una de las normas que más se infringe, con las fatales consecuencias que todos –diariamente- vemos concretarse”.
Su impulsor, el ex diputado Roberto Firpo, sostiene que “otra instancia de seguridad ignorada por muchos motociclistas es respetar la instalación en su vehículo de ambos espejos retrovisores en cada uno de los lados del manubrio, lo que, claro está, importa un peligro no ya sólo para el conductor si no también para cualquiera otro tercero, dado que al no tener esta visión se arriesga a ejecutar maniobras peligrosas sin tener en cuenta al entorno que no alcanza a percibir”.
Agrega además que “también existe en algunos motociclistas una fuerte desaprensión hacia sus conciudadanos, toda vez que por moda, por falta de mantenimiento o simplemente por desidia, el sistema de escape de gases del motor no funciona correctamente, es defectuoso o tiene en falta el silenciador de sonidos, lo que conlleva una agresión auditiva injustificada”.
Firpo afirma que no es intención cargar la responsabilidad sobre las estaciones de servicio. Es en ese sentido que asegura que el proyecto no intenta plasmar una norma coercitiva. “Por el contrario, además de propugnar medidas que tiendan a la salvaguarda de la integridad del motociclista pretende una más pacífica convivencia entre conciudadanos”, subraya.
Rechazo
Los empleados de estaciones de servicio dejaron en claro su rechazo a la normativa. Aseguran que además de no ser un deber propio de la actividad, sufren agresiones permanentes por esta situación.
Recordaron el caso de Santa Fe cuando un cliente se enfureció ante la negativa de venderle combustible, por lo que comenzó a gritar y a tirar los picos de los surtidores. Tras la discusión y el pedido de los trabajadores para que el hombre se retire del lugar, este último golpeó a uno de los playeros.