Destacan los esfuerzos que la petrolera realizó este año para mejorar el abastecimiento de combustibles y el trato con las estaciones de servicio. Desde que pasó a manos del estado aseguran que “se terminaron las amenazas y el abuso de posición dominante”.
En menos de un mes se va a cumplir un año desde que YPF pasó a estar controlada – en la práctica – por representantes del Estado Nacional. El balance que realizan los empresarios y dirigentes del sector varía según el lugar que se ocupa en el mercado y también por los lineamientos políticos, pero en general coinciden en algo: no se notan problemas en el suministro y mejoró la comunicación con las estaciones de servicio.
Angel Luis Bigatti, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, admite que “estamos mejor”. “Algo importante que desapareció es la situación de abuso de posición dominante que imponía Repsol, que nos llevaba a perder la bandera, cerrar estaciones de servicio, empeorar el negocio”, mencionó.
Si bien entiende que “todavía se puede mejorar el dialogo” con los directivos de la empresa, considera que “ahora es un trato normal”. Al menos a la hora de plantear alguna situación relacionada al comercio, Bigatti nota que “ya no están las amenazas constantes de la no renovación del contrato”.
En cuanto a cuestiones de mercado, el dirigente indicó que “seguimos posicionados con el precio más barato”, con la misma rentabilidad que en años anteriores, ubicada en promedio en el 8 por ciento.
“Creo que tendríamos que alcanzar canales directos con las autoridades para tener la posibilidad de hacer sugerencias y mejorar el funcionamiento del sistema comercial”, propuso.
Si bien aclara que “hay comunicación”, manifestó que “los expendedores necesitamos sentirnos partes del equipo”. En su opinión, hace falta tomar resoluciones con mayor eficacia y velocidad.
Tomó como ejemplo un problema que perjudica a las bocas de expendio de su zona, que tiene que ver con la falta de modernización de los surtidores de los locales de YPF. Anteriormente, señala que el Grupo Repsol se oponía a instalar otros dispotivos nuevos. Sin embargo, ahora que cambió de gestión tampoco nota que se esté pensando una solución al tema. “Nosotros queremos invertir”, se comprometió.
En líneas generales, el dirigente opina que el “balance de YPF ha sido positivo”. Espera que de cara al futuro se puedan resolver las cuestiones que aún quedaron pendientes, como las relacionadas a contratos y rentabilidad, convencido de que se debe garantizar la permanencia de los expendedores.