Salvo excepciones, como Formosa y Chaco, en el resto del país las bocas de expendio presentan inconvenientes con el suministro de alguna variedad de combustible. En Capital, Santa Fe y Gran Buenos Aires cuesta encontrar súper mientras que en Salta falta Euro Diesel y en Mendoza hay sobrantes de gasoil
De a poco el mercado de los combustibles se va aproximando a las circunstancias que se vivieron durante 2011, cuando las colas para llenar el tanque se extendían por varias cuadras. Si bien las petroleras están haciendo funcionar las refinerías al máximo de sus posibilidades operativas, no dan abasto para responder en tiempo y forma con las entregas de naftas y gasoil.
Según informó Luis Navas, vocero de la Asociación de Estaciones de Servicio (AES) “YPF está provocando, nuevamente, quiebres de stock en las estaciones de servicio de Capital y Gran Buenos Aires”. Shell presenta faltantes de nafta Premium, Esso se mantiene estable, al igual que Oil y Petrobras. En lo que respecta al gasoil, reconoce que “no hay problemas”.
Para preocupación de los empresarios del rubro, alertó que “lo común a todas las petroleras es que imponen cupos restringidos de abastecimiento en forma arbitraria”. En muchos casos, denuncia el dirigente, “los expendedores pierden hasta un 40 por ciento de las ventas”.
En Mendoza, región en la que YPF domina el 80 por ciento de los puestos de expendio de combustibles, es difícil conseguir naftas, tanto de la variedad más económica como de la de mayor calidad. Al igual que en otras zonas del país, debido a la caída del consumo de gasoil los establecimientos sufren sobrantes de Euro Diesel y Diesel D500.
En el noereste argentino, en cambio, el abastecimiento de combustibles está bajo control en todas las marcas, de acuerdo al Presidente de la Cámara de Expendedores, Ángel Luis Bigatti. El hecho de estar en el paso hacia Brasil obligó a las compañías a reforzar las entregas de volumen. Durante los fines de semana el turismo es intenso.
No obstante, en esta región los titulares de las estaciones de servicio están preocupados ante el temor de que persista la bajante del Río Paraná, lo que perjudicaría el abastecimiento fluvial a las Plantas de YPF en Barranqueras y Shell de Puerto Vilelas, en Chaco. La opción terrestre complica la logística de los proveedores y a la vez la comercialización es menos rentable. Además, un barco tiene una capacidad de transporte muy superior a la de los camiones.