Es en respuesta a la propuesta de los trabajadores de estaciones de servicio de cerrar un porcentaje proporcional al que subieron los precios de los combustibles el año pasado. Entienden que es necesario evaluar el conjunto de variables que forman parte del negocio: volumen, bonificación y precios
La Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) adelantó que reclamará una actualización de los sueldos del 30 por ciento, en su objetivo de impedir que un empleado perciba menos de 6.500 pesos. Como argumento, plantean que el año pasado los precios de los combustibles crecieron por encima de esta cifra, tomando como ejemplo la nafta súper de YPF, que según datos oficiales en algunas zonas creció hasta un 40 por ciento.
Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) entiende que “es razonable el planteo”, siempre y cuando se analice la evolución de las naftas y el gasoil desde 2003 en adelante. “Cuando en alguna oportunidad se planteó ajustar los salarios en base al incremento de los precios de los combustibles los dirigentes gremiales se negaron”, recordó.
De cara a la próxima paritaria, Díaz señala que “estamos de acuerdo en que sea un parámetro a tener en cuenta, pero entendemos que no es el único que hace a la rentabilidad del rubro”. En su visión, hay que evaluar el “estado de las ventas, la bonificación y el crecimiento de los costos operativos”.
Además, refuta el dirigente, la relación entre el precio de los productos que ofrecen las bocas de expendio y el costo del personal, muestra una evolución desigual en beneficio del trabajador. En 2003 el litro de nafta súper de YPF, la marca más importante de la plaza local, costaba en la Capital Federal $1,86 y el de diesel $1,34, mientras que hoy, en la misma bandera, se consiguen a $6,25 y $5,71.
El salario mínimo de un playero, en cambio, pasó en el mismo período de $406 a $4.550, lo que representa un incremento del 1.100 por ciento. Como consecuencia de este desfasaje, tomando incluso el caso de la nafta súper, los expendedores tienen que vender 3,2 veces más de litros que hace diez años para pagar un jornal. La proporción pasó de 250 a 795, mientras que en lo que respecta al gasoil el equivalente es algo menor – 2,5 veces – pero no deja de ser alto: 905 litros.
En este contexto, la Confederación analiza convocar a YPF a que participe de la negociación en el Ministerio de Trabajo. “El éxito del acuerdo va a depender de las respuestas que determine la petrolera frente a los reclamos que venimos realizando desde hace tiempo”, manifestó Díaz.