Por más que en 2015 se produzca un cambio en la conducción del país consideran que el proyecto de la petrolera estatal de explotar los recursos no convencionales de Vaca Muerta se mantendría firme, siendo la capacidad financiera el único condicionante.
Con una inversión proyectada de 19.600 millones de dólares, YPF pretende incrementar la producción de petróleo en un 29 por ciento en el próximo quinquenio. Para lograrlo la empresa prevé perforar un total de 5.380 pozos y apuesta a la explotación de shale oil –que debería aportar el 46 por ciento del volumen producido– y al rejuvenecimiento de los yacimientos maduros.
Mientras tanto, para impulsar la producción local de gas natural y reducir las importaciones que han venido erosionando la balanza comercial, YPF planea destinar 6.500 millones de dólares y perforar 1160 pozos, con el objetivo de lograr un aumento del 23 por ciento en la extracción. Del nuevo volumen de fluido que entrará en producción se estima que el 33 por ciento provendrá de yacimientos que están actualmente en operaciones, en tanto que un 32 por ciento corresponderá a shale gas y un 27 a tight gas.
Este mega proyecto que planificó Miguel Galuccio, el CEO de YPF, no estaría amenazado por cuestiones políticas, considera Cristian Folgar, ex Subsecretario de Combustibles durante la presidencia de Néstor Kirchner. “Lo único que limita hoy los planes de YPF es su capacidad para financiarlos”, señaló ante la consulta de surtidores.com.ar. No ve un cambio de rumbo de la petrolera luego de 2015 en caso de que el Frente para la Victoria deje de tomar las riendas del país.
De hecho, la compañía que domina hasta un 33 por ciento de todo el mercado de los hidrocarburos está evaluando contratos con petroleras internacionales para el largo plazo, apuntados casi en su totalidad a los recursos no convencionales. Además, como consecuencia de los cambios en la normativa aplicados durante 2012, las provincias también tienen injerencia en las decisiones de la principal compañía argentina y todavía un 49 por ciento de las acciones pertenecen a grupos económicos privados, con peso en el directorio.
El contrato más sobresaliente es el que YPF firmó en julio de este año con la estadounidense Chevron. El convenio, que demoró más de diez meses de negociaciones, incluye la perforación de al menos cien pozos en el primer año y una inversión de U$S 1240 millones. Estos capitales están acostumbrados a trabajar en países de riesgo, como Medio Oriente o África, y pocas veces en la historia recibieron sanciones o caídas de las concesiones.