La Confederación que representa a las estaciones de servicio advierte que en las actuales condiciones de comercialización que impone la principal petrolera del país no es posible otorgar un incremento de sueldo del 30 por ciento, como pretende el gremio. Analizan convocar a la compañía al Ministerio de Trabajo para que forme parte de la negociación
Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) adelantó a surtidores.com.ar que para este año exigirán a los dueños de estaciones de servicio una mejora de los salarios no inferior al 30 por ciento, acorde a los niveles de inflación que presenta la economía local. Ese es el mínimo que el personal plantea para empezar la discusión.
Por su parte, Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) respondió que “si YPF no mejora sustancialmente las condiciones comerciales de los operadores se va a hacer muy difícil llegar a un acuerdo en materia salarial, ya que muchas estaciones de esa sigla que actualmente están bastante complicadas para pagar los sueldos, mucho menos podrán hacerlo con un incremento del 30 por ciento”.
El dirigente entiende que las petroleras son actores centrales de la cadena comercialización de combustibles y que deben formar parte de las negociaciones paritarias de las estaciones de servicio. “Desde la Confederación estamos analizando la posibilidad de solicitarle al Ministerio de Trabajo que cite a YPF a sumarse a la discusión”, señaló.
En este marco, considera que “la posibilidad de llegar a un acuerdo dependerá en gran medida de la posición que asuma la petrolera estatal frente a los reclamos de rentabilidad”. Los puntos en discusión son: el pago anticipado del combustible, la descarga del impuesto a los débitos y créditos bancarios, el resarcimiento por el pasivo ambiental, y la no renovación de los contratos, entre otras cuestiones que hacen al negocio.
Actualmente, apunta Díaz, casi 600 bocas de expendio no llegan a vender 300.000 litros de combustible por mes, en su mayoría locales del interior del país que cumplen una función social muy importante para la economía de la zona, pero que se encuentran en situación de riesgo.
Esta franja de operadores recibe un subsidio por parte de YPF de 12.000 pesos por mes que no logra solucionar los problemas estructurales de rentabilidad que sufren los comerciantes. “Estamos muy preocupados”, admitió el empresario.