Evalúan que los niveles de producción en crudo y gas que alcanzó la petrolera estatal no coinciden con las metas previstas anunciadas en el “Plan de los 100 días”, además de que los datos presentados por la actual gestión se comparan con los resultados obtenidos en 2011, cuando el sector atravesó tres meses de huelgas en los yacimientos del sur
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, presentó en sociedad el balance operativo de la empresa del año pasado y ya despertó polémica. De acuerdo al informe, creció la producción de crudo un 2,2 por ciento, la del gas desaceleró la caída al 2,3 por ciento, al tiempo que se aumentó la cantidad de equipos de perforación activos alcanzando 46 funcionando en completa capacidad, rendimientos que “se encuentran en línea” con la previsto en el plan estratégico expuesto durante el mes de agosto.
Gerardo Rabinovich, vicepresidente 2º del Instituto Argentino de la Energía (IAE) “General Mosconi”, opina que “en realidad no están mejorando la situación energética del país ni armando una empresa que vaya a poder discutir de igual a igual con petroleras internacionales”.
La información que expuso la empresa “es falsa porque se comparan los niveles de producción del año pasado con 2011, que fue cuando se produjo un intenso conflicto petrolero en el sur que afectó la actividad durante tres meses”.cuestionó el especialista. “La tendencia en realidad es negativa”, denunció.
En cuanto a lo económico, entiende que “a YPF le entra la mitad de dinero que necesita para cumplir las inversiones”, estimadas en 37.200 millones de dólares hasta 2017. Si bien Galuccio admitió un faltante para este año de 500 millones de dólares, Rabinovich sostiene que “es mucho más”, tomando a consideración cuestiones económicas, de precios e internacionales.
Además, señala que “YPF está inserta en un contexto internacional débil porque tiene que salir a conseguir financiamiento externo pero le exigen que estén garantizadas ciertas condiciones comerciales, antes de invertir, que la Argentina no está dispuesta ceder”.
Como positivo, destaca que “la compañía ha lanzado una campaña de capacitación de recursos humanos que en el largo plazo puede dar buenos resultados”, además de haber forjado una buena relación con los trabajadores del sector y las provincias petroleras, lo que en su opinión “facilita los compromisos internos”.
