A pesar de las mejoras que concedió YPF, que fueron saludadas por la red, el grueso de los expendedores sufrieron las consecuencias de la caída de las ventas. “Ha sido un año duro”, lamentan. Sobre todo teniendo en cuenta el crecimiento de los despachos de los últimos tiempos, que hizo más profunda la caída. Siguen subiendo los costos.
Martín Chada, presidente de la Cámara de Expendedores de San Luis, admite no ser optimista de cara a los meses venideros. Tiene motivos y los hace saber: está preocupado por el impacto del descenso de la demanda en las estaciones de servicio. Es que en definitiva, por más incremento de valor que se produzca en el surtidor, cuando el combustible permanece en el tanque, no hay ganancia para los operadores.
En su opinión, este movimiento en el negocio, va a generar otro tipo de competencia entre las compañías petroleras, principalmente un nuevo posicionamiento en los productos Premium (los más castigados por el freno de la economía) y una dura batalla por las participaciones de mercado. Esto, lo plantea en base a las inversiones de las petroleras líderes para ampliar la capacidad de las refinerías.
“Para las estaciones va a significar la necesidad de adoptar una política de atracción de clientes cada vez más atentos a los productos, sus precios y mecanismos de comercialización; extremos que sin dudas van a impactar sobre la renta del estacionero, ya que mayores costos operativos, y de financiación en el caso de tarjetas, sólo tendrán como objetivo mantener o impedir que caigan tanto los volúmenes de venta”, fundamenta.
No obstante este panorama, Chada reconoce un cambio de actitud por parte de YPF, que se hizo carne a mediados de año: “un evento particular que debería destacarse es el incremento de medio punto y un punto en los productos Premium de YPF, junto a otras medidas comerciales. Si bien no es suficiente, y debe sostenerse otro tipo de recomposición de la rentabilidad del estacionero, entiendo que marca un hito, luego de que durante muchos años y varias gestiones hablar de comisiones fuera un tema tabú”.
El empresario resalta que “esto representa un cambio de paradigma: es un tema del que se habla y sobre el que puede haber modificaciones. Deja ver un horizonte diferente”.
Sin embargo, haciendo un balance completo de todas las variables, Chada evalúa que “el total final en la cuenta de la rentabilidad es sin dudas negativo”. Reconoce que los incrementos de precios se acercaron a la inflación real, e incluso la superaron levemente, pero entiende que “también es cierto que los costos operativos propios de las estaciones aumentaron por sobre esa media, incrementándose la cantidad de tareas, controles e información a cargo de las estaciones”.
Tomando nota de la experiencia, el dirigente de Cuyo subraya que “este debe ser un tema central en la agenda del próximo año, teniendo siempre en cuenta ese objetivo y planteando todos los temas en un marco integrador y dentro del más estricto respeto institucional”.