Esto se explica por el alto costo que implica explotar este tipo de yacimientos. Requieren de tecnología de avanzada – e importada – y los resultados de producción demoran más tiempo que en los tradicionales. Ante estas condiciones expertos en energía aseguran que el crudo no puede bajar de los 80 dólares
De acuerdo a un estudio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 2014 la demanda de petróleo en los mercados internacionales continuará acentuando la tendencia a la baja hasta caer un millón de barriles diarios y ubicarse en 29,6 millones. La institución sostiene que a medida que otras naciones, especialmente Estados Unidos, incrementen la producción propia, el movimiento de operaciones irá disminuyendo.
Esto podría afectar la cotización del barril en Nueva York y Londres, a tal punto que algunas consultoras especializadas en la materia vaticinan que en tan sólo tres años podría costar un 50 por ciento menos de lo que marca actualmente. De acuerdo a las proyecciones pasaría de 105 dólares a 50.
Sin embargo, tanto el petróleo pesado como de esquisto (shale) o el de arenas bituminosas tienen costos de producción muy altos y no podrían ser explotados ante un precio tan bajo. Daniel Montamat, sostiene que “como su desarrollo es necesario para suplir el crecimiento de la demanda mundial esos costos fijan los costos marginales del precio del barril”. En su opinión la actividad va a requerir una cotización próxima a los 80 dólares. “Si cae por debajo de ese umbral hay producciones no convencionales que dejan de ser económicas”, afirmó.
Según datos de Montamat & Asociados, en nuestro país el precio del crudo escalante neto de retenciones registró una leve variación durante abril de este año, al pasar de 61,4 US$ a 61,7 US$ entre marzo y abril. Las estadísticas oficiales revelan que el oro negro va poco a poco acercándose a las referencias de los mercados mundiales.
Los analistas consideran que es una señal positiva para los inversores, sobre todo ahora que YPF busca consolidar socios para avanzar sobre Vaca Muerta, el yacimiento que promete salvar al país en materia de energía. También con este objetivo la presidenta Cristina Fernández anunció meses atrás que las petroleras recibirán por el gas que provenga de nuevas inversiones 7,5 dólares por millón de BTU, tres veces más de lo que recibían anteriormente, y flexibilizó la libre disponibilidad de divisas para la exportación de crudo a las empresas que inviertan 1000 millones de dólares en el país.