El presidente de la petrolera, Juan José Aranguren, vaticinó que este año va a haber una mayor venta de combustibles, razón por la cual las empresas deberán enfrentar el desafío de satisfacerla en tiempo y forma
El presidente de la Shell, Juan José Aranguren, vaticinó que este año va a haber una mayor venta de combustibles, especialmente en el gasoil por el segmento del campo, mientras que la demanda de naftas va a seguir en alza viene ocurriendo en los últimos años, por lo que las empresas van a tener una demanda que les va a poner el desafío de satisfacerla en tiempo y forma.
En un reportaje brindado a El Cronista, el directivo de la petrolera admitió que la capacidad instalada de refinación en la Argentina con los petróleos crudos locales está trabajando al máximo. “Por lo tanto el marginal, por lo menos este año, va a seguir viniendo del exterior, tanto en gasoil como en nafta”, aseguró.
Para Aranguren, el déficit de abastecimiento es del 25 al 30 por ciento en el gasoil y un poco menos en las naftas. “Vamos a tener que importar en forma creciente. Solamente una recesión, que ojalá no ocurra, sería necesaria para que esto no suceda”, afirmó.
De acuerdo a su opinión, a través del control de YPF el Gobierno reconoció la situación del sector. “Se dieron cuenta de que una forma importante de financiarse es a través de los consumidores, que han pagado y puede ser que sigan pagando un valor más alto por lo que consumen”, sostuvo.
Aranguren no esquivó hablar de los precios. “Nosotros tenemos que comprar el 100 por ciento del crudo a compañías que no tienen relación con nosotros. Hace poco el Gobierno tomó la acertada medida de reducir las retenciones a las exportaciones de crudo y eso condiciona el aumento de precios en el mercado interno. Pero hay otro elemento: si la política monetaria lleva a que en un año haya una devaluación del 18 por ciento, eso implica que en pesos el costo aumente en forma equivalente”, se pronunció finalmente.