La diferencia de precio provoca una verdadera invasión de ciudadanos de aquel país para llenar sus tanques. El escenario se repite en Clorinda, Foz de Iguazú y Posadas. Los argentinos reclaman surtidores exclusivos y los estacioneros más provisión de combustibles
Desde hace algunos años Clorinda es una de las mecas de los automovilistas paraguayos. A diario sus tres estaciones de servicio se ven desbordadas por cientos de ciudadanos de ese país que llegan a llenar sus tanques movidos por la importante diferencia en el precio final con relación a Argentina de hasta $2.50 por litro, dependiendo del producto.
Las estrellas del consumo son el diésel premium y la nafta súper; mientras que con relación al gasoil común hay un abaratamiento de hasta $ 1.50 por litro.
El fin de semana es cuando más se nota la invasión de rodados con chapa paraguaya formando fila con la calculadora en mano. «Llenan el tanque y encima traen bidones para llevar reserva», afirma un empresario.
No solo de la capital de Paraguay llegan los compradores de combustible, sino que también de Encarnación y otras ciudades. Ciudad del Este es otra de las atracciones. Según los estacioneros, de Puerto Iguazú (del lado argentino), por día atienden a poco más de 1.500 automovilistas generando una venta de 40 mil litros, y la mayoría de los consumidores son paraguayos.
El panorama se repite en Posadas. Allí los automovilistas argentinos reclaman la instauración de una fila exclusiva para los locales en tanto que la Cámara de Comercio local pidió la intervención de entes federales para que la provisión se haga con mayo frecuencia “acá tenemos solo cuatro estaciones de servicio para atender a una comunidad de 40 mil habitantes junto con los 300 mil con los que cuenta Foz do Iguazú y unos 200 mil en Ciudad del Este y sus zonas aledañas».
