El gremio que representa a las estaciones de servicio está a la expectativa de las respuestas de los empresarios en relación al pedido de aumento salarial. Los dirigentes admiten que “interesa lo que ofrezca YPF en las negociaciones con las cámaras empresarias”
Desde la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) entienden que “antes de conocer la posición” de los empresarios no tiene sentido delinear los pasos a seguir. Si bien desde un comienzo los dirigentes admitieron que no descartan realizar un paro de actividades, por el momento se percibe un mínimo grado de optimismo de evitar un conflicto, como generalmente suele ocurrir en las primeras audiencias.
Andrés Doña, Secretario Gremial de la entidad, explica que “primero se analiza la contrapropuesta” y luego se evalúa un plan de acción en reunión de consejo directivo. Para esta semana, cuatro cámaras empresarias tendrían que contestar acerca del pedido de aumento: la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), la Cámara de Expendedores de GNC (CEGNC) y la Federación de Expendedores de Combustibles de Buenos Aires (FECOBA). Así indicó el dirigente.
Hasta ahora se desconoce el posicionamiento que asumirán los empresarios, aunque es de suponer que será similar en todos los casos para evitar experiencias del pasado. Desde el punto de vista de la negociación, un operador explicó en confianza que “cuando una cámara arregla un nuevo convenio de trabajo, el resto de las entidades quedan condicionadas a firmar el mismo porcentaje”.
Este año se presenta una situación particular, ya que se agregó un tercer actor a la discusión: YPF. Doña admite que “nos interesa saber cómo va la negociación de los expendedores con YPF”. De hecho, cuenta que el Secretario General de FOESGRA, Carlos Acuña, consulta a diario acerca del avance de las conversaciones.
Los operadores de esta sigla pretenden que la petrolera les incremente la bonificación en un 2 por ciento a los fines de sostener la suba de casi de 2.000 pesos que el sindicato pide para las categorías más bajas. Hasta ahora no hubo novedades concretas, más allá de compromisos verbales, mientras que desde la compañía descartan participar de la paritaria. Prefieren evaluar mejoras después de que se alcance un acuerdo.
Así las cosas, esta semana se conocerá a que distancia se encuentran las pretensiones de cada parte. Entrando a Semana Santa, con varios días de inactividad, la amenaza de los empleados de decretar un paro de actividades, preocupa y mucho a YPF, por la responsabilidad que tiene sobre el abastecimiento.