La primera audiencia será el miércoles 13 por la tarde en la sede de Capital Federal. Los empleados de las estaciones de servicio ratificarán el pedido de incremento salarial del 30 por ciento, esta vez oficialmente, mientras esperan que los expendedores traigan novedades acerca de las mejoras en la rentabilidad que le plantearon a las petroleras
La discusión por los aumentos de sueldo comenzó, en realidad, a mediados de diciembre del año pasado, cuando los trabajadores adelantaron a las cámaras empresarias que el piso para empezar la negociación en 2013 iba a ser del 30 por ciento, con el objetivo de alcanzar un básico de 6.500 pesos. A partir de ahí, los operadores delinearon una estrategia para desligar el costo laboral en las compañías petroleras, conscientes de que el reclamo sería imposible de otorgar en las actuales condiciones de comercialización.
Ya en febrero, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) exigió a YPF que incremente la bonificación que reciben las estaciones de servicio por la venta de combustibles en al menos dos puntos porcentuales. La intención es llegar al 10 por ciento para evitar que sigan cerrando locales.
Pese a la incertidumbre que aún pesa sobre el tema, Andrés Doña, Secretario Gremial de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) se mostró optimista de que el próximo 13 de marzo a las 16 horas, cuando se den cita las partes en la cartera laboral, se pueda llegar a un acuerdo que de por terminado el asunto.
“Creo que YPF puede acceder en los planteos que están realizando los expendedores”, confía el dirigente. De esta manera reconoció los problemas de rentabilidad que atraviesan las bocas de expendio, aunque dejando entrever que más allá de las respuestas que brinde la empresa estatal, no se descarta llegar a un conflicto. “Primero hay que apostar al dialogo”, expresó.
Este año, la mayoría de las entidades que representan a los expendedores dejaron que CECHA lidere la negociación, conforme a que en su gran mayoría entienden que la posición asumida es la correcta y la propicia para avanzar en la determinación de un nuevo convenio colectivo de trabajo.
Todas coinciden en que las petroleras deben mejorar las condiciones de comercialización, por lo que detallaron un listado de demandas pendientes: a YPF, terminar con el pago anticipado del combustible, el descargo del impuesto al cheque y subir la bonificación; al resto de las compañías, mejoras en el abastecimiento y la cobertura del seguro por daño ambiental, además de otras cuestiones que inciden en la rentabilidad.