Diputados del bloque radical tratan de impulsar un proyecto para prohibir la extracción de Shale Gas y Shale Oíl por medio de la técnica de fractura hidráulica. Advierten sobre problemas de contaminación, enfermedades en las poblaciones cercanas a los pozos y uso irracional de los recursos naturales
Seis diputados por la Unión Cívica Radical – Fabián Rogel, Víctor Maldonado, Mario Barbieri, Pablo Orsolini, Eduardo Santin y María Luis Storani – presentaron el 19 de septiembre del año pasado un proyecto de Ley para impedir que YPF avance en la explotación de los hidrocarburos no convencionales que se encuentran en el yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén.
El texto, que aún está siendo impulsado por sus autores en la Comisión de Energía y Combustibles, pero que difícilmente obtenga quórum este año, expresa lo siguiente: “Prohíbase en todo el territorio de la Nación la explotación de recursos fósiles no convencionales mediante la fractura hidráulica «fracking» y la perforación horizontal, mediante métodos de fractura, fisuras de la roca y otras formas extractivas mediante la inyección de aguas, arenas y fluidos químicos de diversa naturaleza”.
Usando esta tecnología, advierten los legisladores en los fundamentos del proyecto, se llegan a introducir hasta casi 400 sustancias, entre las que figuran 17 tóxicas para organismos acuáticos, 38 tóxicos agudos, 8 cancerígenos probados y 7 elementos mutagénicos. Temen que se afecte al medio ambiente y las comunidades cercanas.
Este no es el único problema que encuentran. “En cada perforación se llegan a utilizar hasta 200.000 m3 de agua para la fracturación. Si se tiene en cuenta que los agentes químicos que se utilizan pueden suponer un entorno del 2 por ciento del agua introducida, ello nos indica que en cada pozo se inyectan 4 toneladas de productos químicos altamente contaminantes”, alertan.
De acuerdo a los informes que estudiaron los diputados, existen riesgos durante la perforación que consisten en explosiones, escapes de gas, escapes de ácido sulfhídrico y derrumbes en la formación de la tubería. “Si bien es cierto que los riesgos pueden ser bajos, dado la media de perforaciones habituales entre 6 y ocho pozos por plataforma, no hay que descartar la realización de posibles accidentes”, evalúan.
Un estudio realizado por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, mostró que los pozos de agua potable cercanos a los lugares de extracción tienen concentraciones elevadas de metano, «un asfixiante en espacios cerrados y un peligro de fuego y explosión», mientras que en la localidad tejana de Dish, próxima a una explotación de petróleo y gas no convencional, el 61 por ciento de las enfermedades registradas estaban asociadas a contaminantes empleados para la fractura hidráulica