Petrobras: los números rojos que avalan el disconformismo del Gobierno

La petrolera brasileña rechazó la oferta efectuada por el Grupo Indalo para quedarse con la mayoría del paquete de activos locales. La decisión despertó el cuestionamiento de algunos funcionarios y hasta se especula con alguna represalia. Las cifras que respaldan el descontento del Gobierno

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Días atrás Petrobras, anunció respecto a la venta de sus activos en Argentina, que su Dirección Ejecutiva ha evaluado el resultado de las negociaciones y decidió no aprobar la venta de las propuestas obtenidas. La decisión significó un duro golpe para el Grupo Indalo, que ya daba por hecha la operación. Hasta el mismo Gobierno suponía que la transacción estaba cerrada. Sin embargo, desde Brasilia ordenaron dejar sin efecto el negocio, al menos por ahora.

La decisión despertó el cuestionamiento de algunos funcionarios. Según informó el Diario Perfil, en la antesala de la firma del nuevo pacto federal rubricado el jueves por los diez gobernadores petroleros, el anfitrión del encuentro, el ministro de Planificación, Julio De Vido, sorprendió a los mandatarios con una frase: “Petrobras es un desastre en el upstream”.

De Vido pidió a los gobernadores que “avancen con el monitoreo de todas las concesiones petroleras, para determinar las áreas en las que las empresas no concretaron las inversiones prometidas”. Pero aclaró que “a Petrobras hay que dejarla afuera del proceso de revisión”. “Merece un análisis particular que va a realizar el Gobierno nacional. Es un desastre en el upstream”, criticó el ministro.

Esta no es la primera vez que el ministro cuestiona el accionar de la petrolera. En 2007 salió al cruce de unas declaraciones del entonces presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, quien cuestionó la política de precios regulados. “Si las empresas no invierten, tendrán que irse. Ninguna empresa está obligada a quedarse en la Argentina. De ninguna manera nosotros iríamos a Brasil a sugerir que Lula tenga una determinada política de precios», dijo De Vido.

A fines del año pasado también expresó que “nosotros queremos que Petrobras invierta en la Argentina porque en los últimos tiempos sus niveles de inversión fueron bastante deficitarios. Estamos esperando una fuerte reacción. El país necesita gas y petróleo y queremos que Petrobras haga las inversiones necesarias para ponerlo en valor y al servicio de todos los argentinos”.

Más allá de las cuestiones políticas, el enojo de De Vido tiene origen en el mediocre desempeño de la petrolera de los últimos tiempos. En 2005 y 2006 Petrobras produjo cerca de 140.000 barriles de petróleo equivalente (petróleo y gas) por día y en 2011 la producción fue de 98.000 barriles. El procesamiento de combustibles no escapó a esa tendencia: fue un 4 por ciento menor en 2012 que el año anterior.

Por ahora el futuro de la empresa brasileña en nuestro país es un enigma. Preparándose para el embate que viene – se especula hasta con alguna represalia desde el Gobierno por su negativa- sacó a su CEO Carlos Alberto da Costa, quien ocupaba el cargo de director General Ejecutivo de Petrobras Argentina S.A desde febrero de 2010, y lo reemplazó por el experimentado Ronaldo Batista Assunção, que hasta hace unos días ocupaba el puesto de Gerente Ejecutivo de Operaciones en Energía de Petrobras Brasil.

Petrobrás rechazó las ofertas por la venta de sus activos en la Argentina y por ahora las estaciones no cambian de bandera

(Fuente: Surtidores)