Así señalaron dirigentes gremiales de Río Negro y Neuquén. Desde hace tiempo la compañía de capitales brasileños presenta problemas de abastecimiento en el sur del país y ahora en el sector sospechan que estaría analizando imponer a sus operadores que depositen el dinero por la venta de naftas y gasoil en la cuenta corriente antes de la llegada del camión
El futuro de Petrobras es nuestro país es incierto. A pesar de que recibió propuestas para la compra de la refinería de Bahía Blanca y la extensa red de estaciones de servicio que todavía dispone en la plaza local, finalmente terminó rechazándolas a todas, sin dar motivos precisos. En ese momento, hace ya tres meses, los expendedores de combustibles entendieron que la compañía daba marcha atrás con la retirada.
Sin embargo, a partir de entonces empezaron a sufrir mayores problemas de abastecimiento, al punto de quedarse sin stock apenas crece el consumo de los productos más buscados, como la nafta súper. Denuncian que esta postal se vive a diario en los comercios de Buenos Aires y de la Patagonia, las dos zonas en donde tiene mayor presencia la petrolera brasileña.
Por su parte, Jorge Orozco, Tesorero del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages y Playas de Estacionamiento (SOESGYPE), filial Neuquén y Río Negro, cuenta que según comentarios de referentes del rubro la empresa ahora estaría evaluando imitar algunas de las cláusulas que establece YPF en los contratos con sus operadores, como el pago anticipado del combustible. “Son especulaciones que circulan”, expresó.
Actualmente, los operadores de YPF tienen que depositar en la cuenta corriente de la petrolera el total de la factura como paso previo para que se habilite la salida del camión desde la refinería o el centro de distribución más cercano. Como las estaciones necesitan disponer de grandes sumas de dinero, en muchos casos se ven obligadas a encargar cantidades menores de las que podrían vender, sobre todo los fines de semana.
Para tener una idea, un local que despacha 200.000 litros mensuales, tendría que contar con 1.600.000 pesos en cash para hacer las operaciones ordinarias. En el actual contexto económico de la actividad, reunir este capital es casi imposible para las pequeñas y medianas empresas.