A pesar de que la empresa de capitales brasileños puso en venta sus activos locales mejoró el abastecimiento de naftas y gasoil, a tal punto que desde hace un par de semanas los expendedores pueden solicitar todo el volumen que necesitan, incluso el gasoil, que presentaba fuertes recortes. En cuanto a precios se ubicó sobre el máximo permitido.
Algo cambió para Petrobras con respecto a su traspaso. En su momento, cuando anunció que dejaba la plaza local para concentrar los recursos en su casa matriz, en el sector se analizó que la medida en gran parte tenía que ver con un desinterés general por el negocio en Argentina debido a las políticas oficiales.
Hasta hace cuatro meses, el Grupo Indalo, del empresario Cristóbal López, figuraba como el principal candidato a quedarse con las instalaciones – la refinería de Bahía Blanca y las estaciones de servicio – pero luego los directivos brasileños rechazaron la oferta, sin dar demasiadas explicaciones. Mientras tanto, de pasada, mudaron al CEO a Uruguay.
Si bien las transferencias de activos petroleros siempre gozan de un sorprendente hermetismo, lo que confunde a los referentes del sector es el esfuerzo de la empresa por mejorar el abastecimiento de combustibles y de lubricantes a la red, como pocas veces visto. Carlos Pinto, Gerente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Neuquén y Río Negro (CECNERN) y operador de la marca, reconoce que ahora no sufre cortes en el suministro de gasoil, ni de otras variedades y productos. “La verdad es que hasta ahora han estado entregando muy bien”, destaca.
Este cambio de actitud coincide con una actualización importante de los precios en el mercado, a partir de la Resolución 35/13, que lejos de poner un freno en los surtidores, aceleró la escalada. “Petrobras hoy ya está sobre el techo permitido”, informó Pinto, y salvo YPF, el resto de las compañías se posiciona en valores similares, dependiendo de la estrategia de cada local.
“Queremos mirar estas medidas con un ojo optimista y pensar que Petrobras se queda en nuestro país”, confiesa Pinto. No obstante este deseo, el empresario no descarta que se trate de una retirada elegante por parte de la gestión brasileña, no sólo para interesar a inversores, sino también para mantener las buenas relaciones con los funcionarios locales, ya que de todas maneras la empresa se quedará en Argentina trabajando en la explotación de crudo y gas.