Algunas compañías refinadoras recibieron durante varios días menos cantidad de crudo que lo habitual como consecuencia de los conflictos laborales en los pozos petroleros del sur. YPF, por su parte, desnudó las falencias de logística que presenta por disponer de una flota camiones cisternas limitada. Expendedores no descartan que la empresa vuelva a aplicar cupos restringidos de suministro
Durante los primeros días de enero las estaciones de servicio recordaron la odisea que se vivía durante 2011 para conseguir combustible. En la costa atlántica fue en donde más se sintió la escasez de los productos de mayor consumo debido a la insuficiente cantidad de puestos de venta que existen en relación a la demanda; demoras que alteraron el suministro durante casi una semana.
Luis Malchioldi, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles de Buenos Aires (FECOBA) no descarta que de ahora en adelante las petroleras, sobre todo YPF, que se encuentra algo saturada, vuelvan a imponer cupos de abastecimiento a los expendedores independientes, tal cual ocurrió en años anteriores. “Todas las petroleras están complicadas. Ninguna aporta un litro más de lo que tienen planeado para la región”, apuntó.
Hasta el momento, por lo general, las bocas de expendio obtienen todo el volumen que le solicitan al proveedor, por lo que se encuentran en condición de “canilla libre”. No obstante, el dirigente señala que “entregan hasta donde les interesa de acuerdo al cliente”, fijando el stock arbitrariamente, sin consultar a los operadores de la red.
Según pudo averiguar surtidores.com.ar con fuentes del mercado, durante el último mes del año pasado Shell presentó algunos inconvenientes para adquirir crudos livianos, necesarios para la elaboración de naftas, por lo que habría disminuido el volumen disponible. Esto se debió a un conflicto laboral que protagonizaron los trabajadores petroleros del sur denominados “Los Dragones” contra las principales compañías del sector. La producción de hidrocarburos se vio afectada y en consecuencia el abastecimiento a las refinerías.
En estas ocasiones, como para las empresas es más costoso paralizar la producción que seguir en funcionamiento, prefieren disminuir el ritmo operativo, antes que frenar todo el proceso para después volver a arrancar. En las estaciones de servicio se pudo evidenciar la escasez de combustible, sobre todo de naftas y principalmente de súper.
YPF, por su parte, enfrenta dificultades en lo que respecta a la distribución debido a que dispone de una flota de camiones cisternas limitada. No puede reponer los productos en tiempo y forma y deja a las bocas de la red sin stock.