Vence el acuerdo de palabra que alcanzaron con Axel Kicillof, el Ministro de Economía, que regulaba los valores en surtidor. A partir del primero de marzo las compañías están habilitadas a ajustar los productos hasta un 6 por ciento y dadas las condiciones de comercialización en el mercado se esperan actualizaciones para los próximos días.
Luego de que Shell moviera el tablero un 12 por ciento para compensar la pérdida ocasionada por la devaluación de la moneda, en los primeros días del año, el Gobierno Nacional convocó con urgencia a todas las empresas para solicitarles que incrementen los combustibles hasta un 6 por ciento, con la promesa de que tomaría medidas para rebajar los costos en el interior de la cadena, sobre todo en lo que respecta al barril de crudo, insumo que representa entre un 80 y 90 por ciento de los gastos operativos de las refinerías.
Este acuerdo sin respaldo normativo tuvo fecha de vencimiento desde un principio: se consensuó sólo para febrero. Sin embargo, comenzando el nuevo mes el Gobierno aclaró que convocaría a las destilerías para continuar analizando la rentabilidad de la actividad, dejando entrever que directa o indirectamente el negocio estaría dirigido por el Estado.
Sin embargo, hasta el momento no se conoce fecha para una nueva audiencia y las compañías ya estarían analizando nuevos incrementos al público. Martín Chada, presidente de la Cámara de Expendedores de San Luis asegura que “algunas marcas estarían barajando ajustar el fin de semana entre un 3 y 6 por ciento”, de acuerdo a información extraoficial que recibió por parte de representantes comerciales.
YPF por lo general no anticipa a los operadores las modificaciones de las naftas y gasoil en el surtidor, política que se hace posible gracias a la instrumentación del sistema de consignación. Desde su casa matriz, en Puerto Madero, la estatal maneja todas las variables del negocio, tanto en lo que respecta a precios como abastecimiento.
Expertos del sector coinciden en que durante 2014 se registrarán subas cercanas al 40 por ciento. Sostienen esta postura en base a diversos factores: el barril de petróleo está aumentando a buen ritmo; las importaciones de combustibles cada vez inciden más en las ventas totales e YPF, que es la marca líder y testigo de la plaza, necesita mejorar sus ingresos por encima de la inflación con vistas a cumplir su plan de inversiones. Al mismo tiempo, los costos operativos siguen en alza por la devaluación de la moneda.