Por el freno de las negociaciones aseguran que Petrobras mantiene su negocio en la plaza local

Expertos en energía consideran que la empresa “por el momento” no está planeando retirarse del país, a pesar de que está previsto dentro de los planes de desinversión que presentó la casa matriz el año pasado. Descartan que esta decisión tenga que ver con los aumentos de precios en el mercado interno

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El viaje de Cristina Fernández de Kirchner al senado de Brasil no cumplió con uno de los objetivos propuestos: que empresas nacionales se queden con el resto de los activos que la firma puso en venta a mediados de 2012. Se trata de la refinería de Bahía Blanca y 300 estaciones de servicio. ¿Los motivos? Serían los desencuentros que el Gobierno mantuvo con empresas mineras – como Vale – y de otros rubros, que despertaron en algunos sectores de la oposición cierta reticencia a profundizar los negocios con nuestro país.

Con estos antecedentes, Gerardo Rabinovich, especialista del Instituto Argentino de la Energía (IAE) “General Mosconi”, sostiene que “por el momento Petrobras se va a quedar en el país”. Asegura que las negociaciones “están paradas”, sólo porque “no está interesada en acordar con el Grupo Indalo”.

De hecho, días después de rechazar todas las ofertas, el directorio de Petrobras cambió a su máximo representante en Argentina, Carlos Alberto da Costa, quién ocupaba el cargo de director General Ejecutivo de Petrobras Argentina S.A (PESA) desde hacía más de tres años. Este hombre impulsó la transacción en 2011 con Oíl Combustibles, por la destilería de San Lorenzo y las bocas de expendio.

Esta hipótesis coincide con el accionar de la empresa en el plano local. Las estaciones de servicio que comercializan combustibles de esta marca denunciaron que desde el momento en que Petrobras Argentina puso en oferta sus instalaciones empezó a retacear volumen, al punto de desabastecer totalmente a los locales. El desinterés por el mercado nacional empezaba a notarse.

Otro dato que avala esta teoría tiene que ver con los aumentos de precios – de hasta un 10 por ciento – que se aplicaron horas después de que anunciara que rechazaba todas las propuestas de compra en Argentina. A partir de ese momento, la compañía normalizó las entregas de naftas y optimizó el rendimiento del negocio autóctono.

Por su parte, Rabinovich considera que “los aumentos no afectan mucho en el caso de Petrobras”. Reconoce que “por ahí tranquiliza los nervios de la administración local”, pero en lo que respecta a la rentabilidad global de la compañía, asegura que “no le mueve mucho la aguja”. Sosteniendo esto, dijo que “la idea de irse del país está prevista en el plan de desinversión y es una decisión estructural”.

(Fuente: Surtidores)