La menor actividad del transporte de granos provocó el derrumbe de la demanda de gasoil. Son cada vez más las expendedoras que no alcanzan el punto de equilibrio.
La venta de combustibles al público cayó 1.24 por ciento en julio respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo a un informe divulgado por la Secretaría de Energía de la Nación.
Las razones, según el relevamiento oficial, es la disminución del consumo de gasoil en sus dos variedades: 0.62 por ciento el tradicional y 16.92 por ciento el Premium. Las naftas por su parte, experimentaron una mejora interanual de 4.39 por ciento la súper y 1.63 la de mayor octanaje.
El principal motivo del derrumbe de la demanda fue sin dudas la sequía. Ya la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) había anticipado que la campaña 2022/23 consumirá un 21 por ciento de este insumo clave en la campaña ya que permite el movimiento de los granos y la cosecha.
El mayor impacto lo sufrió el transporte de granos. En la estimación que realizó la BCR, se tomó como base una producción de 81 millones de toneladas, de los cuales 75 millones serían transportados hacia plantas, acopios y puertos. Del total, 9 millones de toneladas se trasladarían en ferrocarriles, mientras que 66 millones de toneladas se movilizarían en camiones.
Para las Estaciones de Servicio, el dato resulta otra mala noticia que se suma a la falta de rentabilidad. La situación fue advertida oportunamente por CECHA, entidad que afirmó que este escenario provocará el cierre de estaciones que tengan ventas por debajo del punto de equilibrio y que hoy alcanza a la mitad del sector.
Actualmente la oferta de combustibles al público está conformada en un 54.64 por ciento de naftas y un 45.36 por ciento de diésel.
