Aunque la demanda de esta variedad triplica la del año 2002, la actividad en los surtidores disminuyó por primera vez desde la gran crisis económica que sufrió el país a principios de siglo. ¿Es una tendencia que se profundiza? Opinan los especialistas.
En la Argentina, la demanda de combustibles va a contramano de las reglas del mercado. Es la primera conclusión que surge luego de analizar el comportamiento de los consumidores frente al surtidor tras los fuertes aumentos de precios que soportaron las naftas y el gasoil durante 2015.
Y es que según un relevamiento del Ministerio de Energía al que tuvo accesosurtidores.com.ar, los automovilistas lejos de volcarse por los derivados más baratos, prefirieron los del tipo Premium, que son hasta un 10 por ciento más costosos que los tradicionales. Esta conducta derivó finalmente en que la venta anualizada de nafta súper al público cayera por primera vez en doce años.
De acuerdo al informe de la dependencia, en 2015 las estaciones de servicio de todo el país despacharon 108 millones de litros menos que el año anterior. Sin embargo el volumen triplica al de 2003, que fue la última ocasión en la que disminuyó la demanda de este combustible utilizado en la actualidad por 7 de cada 10 usuarios que emplean motores nafteros.
¿La preferencia por productos de mayor calidad es una tendencia que se profundiza? Víctor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) explica que las petroleras están trabajando para mejorar sus combustibles y ganar en rentabilidad, aumentando el octanaje e incorporando aditivos que protegen los motores de los vehículos modernos.
En definitiva, opina que se esfuerzan por seducir al parque automotor que se sumó a las calles en los últimos años, que requiere de especificaciones más estrictas para un óptimo funcionamiento. “Es una estrategia comercial”, sostiene el especialista.
Para Ángel Bigatti, presidente de la Cámara de Expendedores de Formosa, influye un mayor interés por parte de todos los actores de la cadena para utilizar las variedades de calidad superior. Tanto para las petroleras como para los operadores, ofrecen mejor rentabilidad: “Tienen mayor porcentaje de bonificación y precio”, apunta. Asimismo, los automovilistas encuentran más eficiencia en el vehículo.
No obstante, el directivo no observa por el momento un recambio hacia combustibles de máxima pureza tal como ocurrió tiempo atrás con la nafta común que dejó paso a la súper por nuevas necesidades técnicas de los vehículos.
Finalmente, el ex Secretario de Energía, Jorge Lapeña, ofreció una visión política para interpretar la coyuntura: “aunque el gobierno anterior lo negará venimos de una recesión y la baja en la demanda es uno de los indicadores”. Y agregó de manera de justificar la caída: “la nafta está cara en Argentina si se la compara con los precios internacionales”.
Fuente: SURTIDORES