La búsqueda de alternativas para mejorar las ventas dio origen a una novedosa campaña que otorga descuentos inmediatos en la compra de naftas y gasoil cargando los días jueves y viernes en algunas estaciones de servicio propiedad de las compañías petroleras. Los empresarios expresaron su preocupación y hasta amenazan con denuncias ante Defensa de la Competencia.
La intensa puja por captar automovilistas hacia los surtidores está adquiriendo algunos ribetes que han puesto en alerta a los expendedores. Ya no se trata de acciones promocionales abarcativas a toda la red sino de campañas focalizadas a promover el consumo en ciertas bocas de propiedad de una determinada empresa petrolera.
Una de ellas, de fuerte inserción en el mercado interno, ha lanzado un impulso a las ventas consistente en otorgar un descuento inmediato del 5 por ciento al momento de efectuar la carga. El beneficio, que apunta a estimular los despachos los días jueves y viernes, se otorga en tan solo 10 puntos de expendio ubicados estratégicamente en todo el país.
La medida ha despertado el resquemor de los empresarios independientes ya que los valores se ubican incluso por debajo del sugerido que informa la compañía. Marcelo Rovasio, presidente de la Federación de Expendedores de Naftas del Interior (FAENI) asegura que ya han recopilado numerosas quejas de operadores que comercializan productos de la firma reclamando su derogación.
“Estamos analizando las consecuencias ya que es un tema que nos preocupa”, analizó el dirigente. “No descartamos hacer alguna presentación ante Defensa de la Competencia por concurrencia desleal intramarca”, deslizó.
Las campañas promocionales están resultando un recurso muy efectivo para atraer consumidores. Todas las empresas del sector han emprendido recientemente la suya con distinto éxito: “Me estás cargando” de AXION, “Contame tú Experiencia” de Shell, “Vení a Oil y Llegá más lejos”, de Oil Combustibles y el relanzamiento de la tarjeta Serviclub por parte de YPF, son algunas de ellas.
“Lo cierto es que ninguna había apuntado al precio como esta”, señala Rovasio, cuestionando la metodología. De ahí que insiste en su rechazo, al menos en estos términos, que asegura, “perjudican la rentabilidad del expendedor”.