El Gobierno de ese país adoptó nuevas medidas para fomentar la competencia en el sector con el fin de favorecer la estabilidad de los precios de los combustibles. Beneficia a las empresas más chicas en desmedro de Repsol, Cepsa y BP, porque son las que disponen del 63 por ciento de las estaciones de servicio y el 73 del volumen de ventas. También se prohíbe las recomendaciones de precios de venta al público
El Gobierno español aprobó varias medidas para mejorar la competencia en el sector de los combustibles, entre las que figuran la agilización de la apertura de estaciones de servicio en superficies comerciales y zonas industriales, así como facilidades a la entrada de nuevos competidores en el sector.
Según explicó el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, fomentarán el descenso de precios de los combustibles y la competencia real entre los distintos operadores.
Dentro del mercado minorista, las aperturas de estaciones de servicio en centros comerciales e industriales se verán «agilizadas y simplificadas» gracias a un nuevo procedimiento único. La actividad de suministro de combustible será compatible con el uso de suelo para fines comerciales, y la superficie no computará como superficie útil de exposición de venta al público. Además, se fija un procedimiento único en todas las comunidades autónomas para la apertura de surtidores, con el que se coordinarán todas las solicitudes y se resolverán las mismas con un plazo máximo de ocho meses.
Junto a esto, se fomentará la entrada de nuevos operadores al limitarse «de manera transitoria» el crecimiento en el número de estaciones de servicio «de los que tienen muchas» en cada provincia, afirmaron.
Otra de las medidas del mercado minorista para mejorar la competencia en el sector atañe a los contratos en exclusiva de abanderamiento entre operadores y empresarios del sector. La duración de los contratos será de un año prorrogable a tres si lo desea el empresario, habrá condiciones más estrictas y se prohíben expresamente las recomendaciones de precios de venta al público.
Las medidas afectarán en especial a Repsol, Cepsa y BP, porque son las que disponen de más bocas de expendio en España (el 63 por ciento de las estaciones de servicio y el 73 del volumen de ventas). “El Gobierno favorecerá la entrada de nuevos operadores frente a los que tienen muchas y reducirá la relación de dependencia entre las empresas que las gestionan”, aseguró la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.