Las estaciones de servicio consideran que es el momento oportuno para comenzar una ronda de conversaciones entre todos los actores del mercado – petroleras, operadores, empleados y Estado – a los fines de resolver los grandes temas de la actividad. No están de acuerdo en confrontar con el sindicato; proponen encontrar soluciones en conjunto.
En Córdoba se dio el primer pedido de ajuste salarial de 2014: el sindicato que nuclea a los empleados de estaciones de servicio solicitó un 45 por ciento de aumento, además de una suma no remunerativa de 1.200 pesos pagaderos a mediados de marzo que correrían a cuenta del próximo recibo. La paritaria, que se da en los mismos parámetros que en Santa Fe, por la cercanía de los dirigentes, es tomada como referencia para el resto del país.
Respecto a la demanda gremial, empresarios de todo el país respondieron que no están en condiciones de absorber el pedido debido a inconvenientes de rentabilidad; por eso ofertaron un porcentaje similar al que anhelan desde la Casa Rosada, con un techo del 25 por ciento. Este desencuentro entre las partes, más profundo que años anteriores, alimenta la posibilidad de ingresar a un fuerte conflicto sectorial.
En este marco, Ángel Luis Bigatti, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, exige “racionalidad” a los dirigentes y plantea la necesidad de convocar a un gran debate, pendiente desde hace años, que reúna a las cámaras empresarias que representan a las estaciones, a los sindicatos de la actividad, a todas las compañías petroleras, además de las autoridades. “Es importante apostar al dialogo”, sostiene.
En 2013 la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) aceptó participar de un evento con estas características, al igual que la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA). Sería una oportunidad para exponer el punto de vista sobre las problemáticas de la industria, dar a conocer las necesidades y proyectar un plan de trabajo en equipo, con metas y objetivos establecidos. Además, el Estado en esta ocasión podría interiorizarse de los temas que preocupan a cada uno de los eslabones de la cadena y analizar medidas en consecuencia.
El empresario sugiere al sindicato que trabaje con los expendedores en la conquista de mejoras en las condiciones de comercialización de combustibles, considerando la importancia de sostener económicamente a las bocas de expendio y los puestos de trabajo. Entiende que deben agotarse todas las instancias previas antes de entrar en conflicto.