Las estaciones de servicio temen que este año vuelvan los faltantes de combustibles debido a las expectativas de consumo de gasoil que se presentan por la buena cosecha que espera el agro. Los dirigentes centrarán la gestión en evitar la escasez de productos a las Pymes minoristas, sobre todo en las provincias donde la mayoría de los operadores son blancos
La primera prueba de fuego para evaluar la reacción de las petroleras ante un incremento de la demanda de combustibles no fue alentadora. Durante los primeros días de enero las bocas de expendio de todas las marcas que operan en la costa atlántica sufrieron quiebres de stock, pese a que era sabido que llegaría un aluvión de turistas sedientos por llenar el tanque.
Si bien en 2012 en general no hubo complicaciones con el suministro, esta situación trajo algunas dudas acerca de la estabilidad que presenta el mercado para garantizar la oferta de combustibles. Los empresarios del rubro sostienen que mientras la demanda se mantenga en los mismos niveles del año pasado, no habrá mayores sobresaltos, pero en caso de que crezca el consumo, temen no recibir productos, como recuerdan de 2011.
Por eso, Bernardo Turcumán, el presidente de la Cámara de Expendedores de San Juan entiende que en esta nueva etapa habrá que concentrar los esfuerzos en garantizar el abastecimiento de naftas y gasoil a las estaciones de servicio más pequeñas, por ser las que están más expuestas desde el punto de vista financiero. “Hay que proteger a las bocas menos rentables, las que venden poco combustible, que por lo general están en pueblos o zonas fronterizas”, se compromete.
En su zona más del 50 por ciento de las bocas de expendio son blancas, por lo que no disponen de proveedor fijo y tienen que comprar el combustible en los distribuidores mayoristas a un precio más caro. Ante una situación de escasez pasan hasta 10 días al mes sin poder trabajar.
El dirigente denunció que “hay muchos operadores que están interesados en pertenecer a una bandera, sea cual fuera la marca, para tener garantías en el abastecimiento, pero sin embargo las petroleras se niegan”. Prefieren reducir el parque de estaciones antes que expandirlo, tal cual lo confirman las estadísticas de las cámaras empresarias.
Turcumán reconoce los esfuerzos de YPF por mejorar la producción de naftas y gasoil pero entiende que los resultados de las inversiones que se están realizando en los pozos petroleros y en las refinerías locales demorarán un tiempo prudencial hasta arrojar resultados positivos.
