Confían en los emprendimientos que involucran a las compañías petroleras. Para lograr que los coletazos de la economía no afecten a la actividad mantienen el financiamiento. Están desarrollando promociones y beneficios.
Las empresas que abastecen con insumos a las bocas de expendio de combustibles están a la expectativa. Si bien el freno que presenta la macroeconomía opaca las buenas perspectivas que presenta el negocio, observan que las petroleras están incursionando en inversiones de gran envergadura como hace tiempo no se veía, lo que promete un crecimiento en los próximos años.
Sólo en 2014 AXION energy – ex ESSO – proyecta re-identificar 40 bocas de expendio, proceso que implicará el recambio de la cartelería e imagen, instalaciones y surtidores, además de la incorporación de otras modernas tecnologías de atención al público que empresas locales tienen en oferta.
Asimismo, Oil Combustibles evalúa mejoras en su planta de San Lorenzo, Santa Fe, por 240 millones de dólares; YPF está aumentando la capacidad en sus tres refinerías: La Plata, Buenos Aires, Plaza Huincul, Neuquén y Luján de Cuyo, Mendoza, al tiempo que instala nuevos puestos de carga oficiales en el interior.
Refinor, de gran peso en el norte del país, evalúa modificaciones técnicas para operar a partir de crudos livianos en Campo Durán, Salta; Shell, por su parte, solicitó a sus operadores en una audiencia privada que inviertan en mejoras edilicias para sostener la calidad de los servicios a los automovilistas.
Raúl Miranda, titular de Surtigom, empresa que orienta su actividad a la comercialización de equipos y accesorios para estaciones de servicios, el campo y el transporte, nota que las ventas de repuestos al sector expendedor se mantienen en cuanto a número, pero mira el mercado con expectativas para los próximos meses, justamente por los proyectos de las marcas.
El empresario precisa que los productos que demandan actualmente los expendedores minoristas son picos, filtros y mangueras, específicos para los establecimientos de GNC, bombas y equipos de trasvase, entre otros.
En el contexto actual que atraviesa el país asegura que para mantener las ventas es trascendental garantizar la financiación. “A los clientes habituales mantenemos los 30 días de plazo para pagar”, destaca. Cuando se trata de compras esporádicas, en cambio, se abre un proceso de negociación.
En cuanto a sus propios proveedores nota cierta variación en los costos de los artículos por la inestabilidad que presenta el dólar. “Para hacer la cotización hacen un mix entre el oficial y el blue”, explica.
Surtigom concentra el grueso de su facturación en Capital Federal y Gran Buenos Aires, pero Miranda asegura que “estamos en condiciones de hacer una entrega a cualquier parte del país en dos días”.
La empresa distribuye sus productos en Santa Fe, La Rioja, Catamarca, San Juan, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, entre otras provincias. “Nos confirman la compra hoy, arreglamos la forma de pago y a más tardar en dos días la mercadería llega a la estación”, indica.