Pese a que se sabe que todos los años en esta época crece exponencialmente el consumo de combustibles en los principales centros turísticos del país, en especial en la costa atlántica, las compañías petroleras no pudieron asegurar a las estaciones de servicio productos en tiempo y forma. Suponen que se debe problemas a de logística y distribución
Si bien durante todo 2012 no faltó combustible en las estaciones de servicio de nuestro país, la sospecha de la mayoría de los empresarios del rubro era que la mejora en los tanques fuera consecuencia de la fuerte caída del consumo de gasoil, no tanto a mejoras en las refinerías. Por eso, señalaban que las vacaciones de verano iban a funcionar como termómetro para medir en qué condiciones se encuentran los proveedores ante la posibilidad de enfrentar niveles de demanda similares a los de 2011.
Las fiestas, en medio de un fin de semana largo, y la movilización de miles de turistas a las playas de la costa de Buenos Aires abrió el primer interrogante. La mayoría de las estaciones se quedaron sin nafta súper, primero en YPF, como siempre, por ser la más barata del mercado, pero luego se trasladó al resto de las marcas.
En respuesta a esta situación, desde la Federación de Expendedores de Combustibles de Buenos Aires (FECOBA) solicitarán al Gobierno que dirige Daniel Scioli que tome cartas en el asunto para garantizar el abastecimiento. Su presidente, Luis Malchiodi acusó puntualmente a Shell «de desabastecer el mercado con intensidad», algo que, según advirtió, «provocó una corrida de los consumidores hacia otras empresas».
«Son estas cuestiones que generan que la gente, además de satisfacer la necesidad de combustible, carga de más por las dudas», enfatizó el dirigente, en declaraciones a radio Provincia.
Raúl Castellano, Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) supone que los faltantes en la costa atlántica se produjeron debido a problemas en la distribución y logística. “Puede ser por falta de camiones”, advierte el dirigente.
YPF, que mantiene una participación de mercado próxima al 58 por ciento, está tratando de solucionar el problema, de hecho intensificó las entregas durante los días domingo y flexibilizó el pago anticipado del combustible, pero así y todo no puede responder a los picos de demanda.
La escasez de camiones cisternas, sumado a que el parque de estaciones de servicio bajó a la mitad en menos de una década, genera demoras en la reposición de productos en las bocas existentes. Los consumidores agotan los tanques pero el camión hace una descarga parcial que no logra responder los niveles de consumo.
Frente a esta situación, Castellano admite que “nos genera un poco de preocupación con respecto a lo que pueda pasar el resto de la temporada”, como así también durante fines de semana largo y cuando comience el grueso de la cosecha en el mes de marzo.