Desde que asumió Miguel Galuccio al frente de la petrolera las estaciones de servicio admiten que durante los fines de semanas largos obtienen facilidades para pagar el combustible. Además, notan mejoras en las entregas y hasta aseguran que en algunas ocasiones los camiones cisternas se retiran parcialmente cargados
A la hora de evaluar el estado en que se encuentra el suministro de naftas y gasoil en nuestro país da la sensación de que la preocupación de las petroleras por garantizar que haya stock en las bocas de expendio no es igual en todas las provincias.
Los expendedores de la Capital Federal denuncian que faltan productos Premium, en el Gran Buenos Aires escasea la nafta súper, en el norte del país no se encuentra Euro Diesel, en Formosa y Córdoba destacan que los tanques están completos, mientras que en Río Negro y Neuquén son recurrentes los quiebres de stock de todos los productos.
En Rosario, por ejemplo, Rubén Fernández, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garages y Afines de Rosario (CESGAR) destaca que “no se nota que falte combustible”. Uno por lo que ve los camiones a veces se vuelven a la empresa con volumen disponible.
En su visión, “la petrolera está preocupada por el abastecimiento”. Tal es así, fundamenta, que durante los feriados y fines de semana largos flexibiliza el pago anticipado del combustible para permitir que los operadores compren todo lo que estiman vender. Además, reconoce que la compañía reforzó las entregas durante los días domingo.
Para los comerciantes no es un tema menor, ya que en promedio despachan 350.000 litros mensuales, contando todas las variedades, tanto de naftas como de gasoil, lo que obliga a depositar como mínimo 1.500.000 pesos en la cuenta corriente de la empresa. En reiteradas ocasiones se ven obligados a encargar cantidades menores de las que podrían vender por no disponer del capital necesario.
Este condicionamiento también impide conseguir nuevos clientes, como las empresas de transporte y del agro, ya que al no estar en condiciones de financiar las operaciones, prefieren negociar con algún distribuidor mayorista que tenga espalda y le permita abonar a los 30,60 o 90 días.
Lo positivo de esta modalidad es que los operadores mantienen las cuentas en orden y no sufren los desfasajes financieros que padecían hace algunos años atrás ante la falta de cobro de algún cliente.
