Los estacioneros aguardan el llamado del Ministerio de Economía antes de hacer algún análisis acerca de como se ubican frente al cambio de los precios de los combustibles. A priori consideran que los aumentos beneficiarían el desarrollo del negocio.
La fuerte suba de precios de las naftas y el gasoil, del orden del 7 por ciento promedio en todo el país, produjo cambios en la estructura de costos de las estaciones de servicio. De antemano se supone que contribuirá a mejorar la rentabilidad del sector, aunque sus representantes consideran que aun es prematuro poder hacer un análisis del nuevo escenario.
Carlos Gold, Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la república Argentina (CECHA), estima que el ajuste posibilitará recuperar parte del margen de utilidad perdido. Sin embargo afirma que “no queremos hacer un juicio de valor hasta no conocer como será el esquema de precios que propondrá el Gobierno”.
En ese sentido expresó que “aguardan” el llamado del Ministerio de Economía para poder dialogar sobre este tema, tal como lo anunciara su flamante titular Axel Kicillof recientemente cuando anunció que convocará a toda la cadena de los hidrocarburos a fin de concertar un espacio para debatir los intereses particulares de cada eslabón.
Si bien no es oficial, trascendió que de modo de evitar saltos bruscos como el de estos días, los valores de lo combustibles subirán escalonadamente. Al respecto, el directivo de CECHA señaló que para lograr recomponer el beneficio de las estaciones de servicio “todavía deberían trepar un poco más”.
“Se que es una medida antipática para los consumidores pero hay que entender que nuestra actividad varía según las fluctuaciones de la economía”, precisó. Actualmente las comisiones que los empresarios reciben por la venta de naftas y gasoil ronda el 8 por ciento, una cifra que consideran insuficiente para hacer frente a las exigencias que requiere una labor de estas características.