Consideran que los dirigentes de las cámaras empresarias deberían tener un tratamiento jurídico especial que los proteja frente a las petroleras, como por ejemplo, establecer por ley que las compañías no puedan quitarles la bandera o disminuir los cupos de abastecimiento. Aseguran que mejoraría el ejercicio de la profesión
Desde el primer momento en que un operador se postula para participar activamente de una cámara empresaria sabe que se enfrenta a una serie de condiciones políticas complicadas, principalmente en el plano público y nacional, aunque así también en el ámbito privado, puertas adentro de su negocio, por las represalias que su proveedor puede tomar ante una medida que atente sus intereses.
Por eso, para alcanzar el libre ejercicio de su vocación, reclaman al Gobierno que tome cartas en el asunto y los proteja bajo algún tipo de figura legal que impida a las petroleras a tomar medidas contra la empresa particular que el dirigente administra.
Sin lugar a dudas, esta falta de garantías atenta contra la defensa de los intereses de las estaciones de servicio. En una reunión de fin de año del sector décadas atrás, un dirigente explicó a que se debía la pasividad de las entidades ante las desfavorables condiciones de comercialización que presentaba el mercado: “no podemos pelearnos con Goliat”.
Miguel de Paoli, Presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco, opinó sobre el tema: “los legisladores y sindicalistas cuentan con inmunidades legales especiales que les brindan la garantía de poder ejercer sus responsabilidades con mayor ámbito de libertad. Creo sería conveniente estudiar y proponer algo similar para los dirigentes gremiales empresarios más comprometidos con las tribulaciones naturales de la representación porque lamentablemente estamos expuestos a la intemperie, solo protegidos por el escudo de los ideales”.
En cuanto a extorsiones por parte de las petroleras el expendedor negó conocer algún caso. “En los últimos años se han presentado propuestas constructivas que criticaron la falta de rentabilidad del sector, y si bien el trato de las empresas ha sido tenso, fue lo más cordial que la misma situación lo ha permitido”, señaló.
Por experiencias personales trabajando en el sector, De Paoli reconoce haber aprendido una importante lección de vida para rescatar: “actuar con convicción a pesar de las consecuencias”.
Por último, cito una frase del Almirante Guillermo Brown del 4 de marzo de 1826 mientras estaba a bordo de la corbeta “25 de Mayo” que en su opinión vale la pena destacar: “el honor nacional requiere un esfuerzo. El jefe de la escuadra debe hacer y hará su deber. Si el éxito es favorable, todo irá bien; pero si es desgraciado, suplico se salve mi nombre y el honor de mi familia”.