A pesar de los aumentos de precio, el consumo de naftas y gasoil al público sigue en alza. Según la Secretaría de Energía, en abril los despachos crecieron 4.65 por ciento respecto al mismo mes de 2012, motorizados principalmente por la nafta súper, que alcanzó un pico de 451 millones de litros. Una curiosidad: después de cuatro años repuntó la demanda de nafta común
Nada parece detener el consumo de naftas y gasoil en las estaciones de servicio, ni siquiera los efectos colaterales de la Resolución 35/13 de la Secretaría de Comercio que disparó los precios de los combustibles en porcentajes que rondaron las dos cifras. Según la Secretaría de Energía, en Abril la demanda interanual creció 4.65 por ciento.
De acuerdo al informe de la dependencia oficial, durante este período se comercializaron al público 59 millones más de litros que el mismo mes del año anterior; la mayoría de nafta súper, que con 451.6 millones de litros (+9,2 por ciento) se erigió en el motor del repunte.
Una situación similar experimentó la demanda de la nafta de mayor octanaje, cuyos despachos se amplificaron 4.6 por ciento, al igual que el Diesel Ultra que tuvo un notable incremento del 37.5 por ciento. Por el contrario, el consumo de diesel Grado 2 cayó 2.8 por ciento.
Entre las empresas se destaca el rendimiento de YPF, que superó en 5.6 por ciento la marca del año anterior, mientras que Shell hizo lo propio con un alza del 9.6. En este contexto, la estatal sigue manteniendo el liderazgo del mercado con un 54 por ciento de participación, en tanto que la angloholandesa se afianzó en el segundo escalón con el 18.
Una curiosidad de este período es el repunte en la venta de nafta común después de cuatro años de caída ininterrumpida. Este producto, que sigue resistiendo el embate de las nuevas tecnologías motrices, sólo está disponible en las estaciones de marca Shell y Refinor.
En lo que respecta a la comparación intermensual, las ventas de combustibles arrojaron un descenso del 2 por ciento, con caídas en el expendio de nafta súper y Premium, del 9 y 6 por ciento respectivamente, originadas principalmente en las restricciones al suministro por parte de YPF a consecuencia del incendio que sufrió la refinería de Ensenada el 2 de abril pasado, a raíz del temporal de lluvia.
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