Responsabilidad solidaria: aseguran que las petroleras no pueden estar al margen de los aumentos de sueldos

Para expertos en derecho energético la actual legislación expresa la obligación de los proveedores de responder frente a conflictos relacionados entre expendedores de bandera y el personal. Por lo tanto, en medio de la discusión salarial, advierten que “las empresas deberán sopesar los costos que podría ocasionarle una cascada de reclamos laborales no atendidos por aquellas estaciones que no están en condiciones de absorber los incrementos”

fotopre6436c

Atento a que este año la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) pidió que ningún empleado de las bocas de expendio perciba menos de 6.500 pesos, lo que representa una suba del 39 por ciento en relación al convenio aún vigente, los expendedores involucraron en la negociación a las petroleras, principalmente a YPF, al sostener que en las actuales condiciones de comercialización les es imposible sumar nuevos costos.

“Tratándose de una parte de la cadena de comercialización que resulta específica de la actividad desarrollada por las petroleras, la jurisprudencia laboral ha consolidado desde hace tiempo la solidaridad laboral prevista en el art. 30 LCT entre estas últimas y las estaciones, haciendo responsables a ambas del incumplimiento de normas laborales frente a los trabajadores”, explica el Dr. Francisco Berdaguer, asesor legal de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA).

El reclamo presenta antecedentes legales que lo avalan. En reiteradas oportunidades la Justicia falló a favor de la responsabilidad solidaria establecida en la Ley de Contratos de Trabajo, lo que se traduce en una colaboración mutua para afrontar las erogaciones emanadas a partir de conflictos con el personal.

En la práctica, afirma el especialista, “el operador acepta las condiciones comerciales impuestas por las petroleras, teniendo en cuenta un margen de rentabilidad que, en la coyuntura del sector, se viene desgastando”. Hasta ahora todas las modificaciones y alteraciones del negocio las está soportando el estacionero en pos de mantener su negocio, siendo que “es el primero en desaparecer por ser el eslabón más débil en la cadena de comercialización”.

“Hoy estamos a las puertas de un eventual incremento salarial que para la mayoría de las estaciones de servicio es imposible afrontar sin la colaboración de las petroleras. En el contexto actual, esa no será una pelea por la rentabilidad sino por la subsistencia. Las empresas deberán sopesar los costos que podría ocasionarle una cascada de reclamos laborales no atendidos por aquellas estaciones que perdieran la batalla”, sostiene Berdaguer.

Desde las cámaras empresarias temen por las casi 200 bocas de expendio de YPF que despachan menos de 200.000 litros mensuales que podrían colapsar ante un aumento desmesurado en los costos. Otras 400 locales también atraviesan graves problemas de rentabilidad.

La jurisprudencia argentina acredita la solidaridad en las petroleras en el pago de los sueldos del personal

(Fuente: Surtidores)