Ante la decisión del Gobierno Nacional de establecer como techo por seis meses los valores máximos que presenta actualmente el mercado de los combustibles, las estaciones de servicio exigen que en estas condiciones tampoco se incrementen los gastos fijos. Esta medida, advierten, “complica la negociación salarial”
A través de la Resolución 35, el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, determinó un precio tope a las naftas y el gasoil en todo el país según un mapa de regiones que estableció en el anexo de la normativa.
Según se indica, el mercado quedará dividido en seis zonas para respetar las diferencias que existen en la actualidad y así evitar que haya un importe uniforme en todo el país. Cada una de ellas mantendrá el valor máximo que por lo general es el que establecen en sus bocas de expendio la petrolera Shell.
Frente a esta situación, Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA) plantea que “si tenemos precios congelados también necesitamos costos congelados”. Esto significa “que no haya aumentos de las petroleras, que la Secretaría de Energía no emita nuevas resoluciones que representen gastos, que no suban los aditivos y servicios y que no haya mejoras en los sueldos del personal”, entre otras cuestiones.
Caso contrario, advierte que “los expendedores van a padecer un serio desequilibrio financiero”.
Asimismo, Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) coincidió en que “esta medida va a perjudicar a las estaciones de servicio, porque ahora se verán acorraladas con márgenes de ganancia acotados y congelados, mientras a la vez siguen subiendo los costos del negocio”.
El empresario considera que además es innecesaria su aplicación. Fundamentó que “a través de YPF – por su posición dominante en el mercado – el Gobierno puede orientar los precios” sin necesidad hacer tanto ruido. Además, le llamó la atención la noticia porque “tampoco se produjeron subas desmesuradas”.
“Esto es una bomba de tiempo que va a provocar el cierre de los comercios que hoy ya están al límite de su rentabilidad”, alertó.
En medio de la discusión salarial, Díaz manifestó que “en definitiva con un horizonte de precios congelados no sabemos qué porcentaje otorgar”. En tanto, entiende que “esto complica la negociación paritaria”.
