El encargado de un local de Neuquén fue víctima de un secuestro exprés mientras transportaba en su vehículo particular el dinero de varios días de trabajo. Terminó internado en un hospital de la zona. Expendedores analizan convenios con empresas de caudales.
En la actualidad son muy pocas las bocas de expendio que permiten el uso tarjetas de crédito o débito como medio de pago por la compra de naftas y gasoil. Esto se debe a que el costo financiero que cobran los bancos representa hasta un 18 por ciento de la rentabilidad del negocio, valores que los expendedores no están en condiciones de resignar.
Sin la vigencia de los plásticos, los billetes abultan los bolsillos de los playeros y fomentan los problemas de inseguridad. Días atrás, un empleado de un local de Neuquén estacionó su camioneta Fiat Strada en una zona céntrica de la Capital con el objetivo de depositar la recaudación de dos establecimientos, cuando dos ladrones lo interceptaron y le sacaron entre 700 y 800 mil pesos en efectivo.
Según relataron fuentes cercanas al hecho a surtidores.com.ar dos personas armadas obligaron a la víctima a subir a otro vehículo y lo dejaron en una localidad vecina ubicada a 25 kilómetros por fuera del límite provincial, en Río Negro, tras propiciarle algunos golpes en el cuerpo.
Ante el tenor de la noticia, surgió en el sector la necesidad de discutir algún sistema de pago a petroleras que no implique el traslado del dinero por parte de los operadores. Una de las alternativas es contratar empresas de caudales que se encarguen de llevar el efectivo, pero debido a los problemas de rentabilidad que atraviesa el rubro esta opción queda descartada para los establecimientos de baja venta.
Además, los problemas que acarrea el manejo de la caja exceden al transporte: la custodia de los valores durante el día, el recuento en la estación para conciliar la recaudación, adjudicación de recursos para efectuar los depósitos bancarios en horarios restringidos, gastos extras en concepto de movilidad, de consolidación y preparación de los depósitos, entre otras cuestiones.
Actualmente hay empresas que se dedican a estas tareas pero los costos mensuales son a veces inaccesibles para el grueso de los operadores. ¿Es una posibilidad fomentar las tarjetas de crédito? ¿Cómo hacer para evitar los robos en las estaciones? Las preguntas son muchas pero las respuestas no aparecen. El sector ingresa en un período de discusión que involucra también a las petroleras y autoridades.
Notable avance para reforzar la seguridad en las estaciones de servicio