Las empresas más importantes se instalaron en la región por la eficiencia logística: se produce el grueso de la soja y están los puertos más importantes, lo que abarata los costos para exportar. Le siguen Buenos Aires y Tucumán.
El 70 por ciento de la capacidad instalada de Biodiesel se concentra en Santa Fe, el 13 por ciento en la Provincia de Buenos Aires y el 8 por ciento en Tucumán. Bastante más abajo se ubican otras provincias: San Luis, con capacidad para procesar 83.000 toneladas, Neuquén 80.000, Jujuy 61.000, La Pampa 50.000, Capital Federal 48.000 y Entre Ríos 10.000.
Sólo en 2011, el año de mayores resultados para los productores, la actividad llegó a captar inversiones por u$s 600 millones.
Para apaciguar los efectos de la caída de las exportaciones – pasaron de 1,7 millón de toneladas en 2011 a 1,1 millón en 2013 y se estima que caerá a 700.000 este año- el Poder Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley para desgravar el 41 por ciento de impuestos internos que paga el Biodiesel en el mercado interno.
Con esta medida el Gobierno busca impulsar la utilización del combustible para generación de energía eléctrica, siendo que hoy compite con el gasoil importado, exento por ley.
A pesar de este nicho mayorista que se va a ir abriendo con el paso de los meses, sobre todo en 2015, referentes del sector advierten que no resuelve los problemas generales que atraviesa la industria.
De concretarse, empresarios aclaran que no alcanzará para cubrir la capacidad ociosa que presenta el rubro, superior al 50 por ciento. Aun con estas posibles ventas, advierten que peligran 6.000 puestos de trabajo, sumando empleos directos e indirectos de las Pymes y grandes e integradas, y una industria en condiciones de producir 4.157.000 toneladas.
Las firmas más importantes son: Louis Dreyfus, T 6 Industrial, Renova, Molinos Río de la Plata, Patagonia Bioenergía, Unitec Bio, Viluco, Vicentín, entre otras.