En febrero la producción de naftas y gasoil retrocedió 5.6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. En consecuencia se debió importar el doble que en 2013 para abastecer el consumo interno. El Gasoil Premium fue el producto más demandado al exterior.
Pese a los aumentos de precios, la demanda de combustibles no se detiene. Ya no a tasas chinas, como sucedía pocos años atrás, pero a ritmo constante; una situación que puede advertirse a diario frente a cualquier estación de servicio, especialmente las YPF que son las que ofrecen los productos más baratos que el resto de las marcas.
La producción sin embargo, transita a contramano de este escenario. Según datos de la Secretaría de Energía, la elaboración de naftas y gasoil cayó en febrero 5.6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior sin ninguna parada técnica de las plantas de refinación que justifique este retroceso.
La súper y el diesel Premium fueron los únicos productos que escaparon al repliegue general: sumó 2 por ciento la primera y 12.6 el segundo. En la nafta, Shell fue la que marcó la diferencia con un escalamiento del 11.5 por ciento seguida por la petrolera estatal con un 7.4, en tanto que las demás compañías no lograron superar los niveles productivos del año anterior.
Respecto al gasoil de menor cantidad de azufre, tan sólo tres empresas lo elaboran: Shell, que creció 28 por ciento en términos interanuales; YPF, que mantuvo los mismos índices de 2013 y Oil Combustibles, que comenzó recientemente su proceso de refinación de este derivado al que denomina D-10.
Para compensar esta disminución de la actividad y aprovechando el beneficio impositivo que les otorga la Ley N° 26895, las empresas recurrieron a la importación este mes con mayor énfasis que los anteriores. El volumen de combustibles traído del exterior trepó en febrero 114 por ciento (interanual) a 382 millones de litros, 297 de diesel y 85 de naftas. El 61 por ciento de este volumen fue adquirido por YPF. Los cargamentos provinieron desde Estados Unidos, Holanda y Rusia.