La petrolera está enfocada en mejorar la imagen de las estaciones de servicio; considera que es una de las alternativas para ganar clientes en un contexto de alta competencia y de expansión de mercado. Apoyo de los operadores.
El negocio de la refinación de naftas y gasoil se presenta atractivo después de varios años de letargo. El aumento de los precios y su asociación a las referencias internacionales modificaron las perspectivas de las empresas que vuelven a mirar el mercado local con interés.
Así lo entienden todas las marcas: AXION Energy anunció inversiones por 1.200 millones de dólares en su planta de Campana, YPF trabaja en la misma línea, mientras que Oil Combustibles analiza destinar 250 millones en la destilería de San Lorenzo.
Shell, por su parte, que hasta el momento no se embarcó en proyectos de estas características, le interesa conservar su participación de las ventas en la plaza: según datos de la Secretaría de Energía en marzo fue del 16 por ciento, bastante más abajo que YPF, siendo que lideró con el 59 por ciento.
Bernardo Turcumán, presidente de la Cámara de Expendedores de San Juan, cuenta que el presidente de la empresa, Juan José Aranguren, manifestó durante una presentación de operadores su interés de modificar la presentación de los puestos de venta.
“Hay una política de cambio de imagen”, entendió el dirigente. Mejorar las instalaciones e infraestructura para garantizar un servicio de calidad y eficiencia es la apuesta de Shell para esta nueva etapa que se abre en la actividad.
De todas maneras, Turcumán aclara que “no es que la empresa haya salido a ofrecer financiación” para concretar las mejoras edilicias. En algunos casos podrá ser compartida pero el grueso de las tareas deberán ser costeadas exclusivamente por los expendedores minoristas.