Un Proyecto de Ley sugiere reducir los impuestos internos con lo cual bajaría el precio de la nafta en un 10.3 por ciento y un 9.8 al gasoil. La iniciativa apunta a morigerar su impacto directo en los costos de producción y logística y la pérdida de poder adquisitivo de todos los sectores de la población.
Un grupo de Diputados nacionales, entre ellos el ex número dos del ya desaparecido Ministerio de Planificación Federal, Alejandro Ramos, propusieron modificar la alícuota a los combustibles con el fin de contener el impacto de los aumentos experimentado a lo largo del año.
“Las medidas, de público conocimiento, que ha tomado el Gobierno Nacional en materia de energía (gas, electricidad, combustibles) generan un impacto directo en los costos de producción y logística, incidiendo en el aumento de precios de toda la cadena productiva. Sin dudas, esto lleva a la pérdida de poder adquisitivo de todo los sectores de nuestra población”, argumentaron los legisladores.
Asimismo, los aumentos en insumos energéticos imprescindibles restan competitividad a la industria nacional. “De ahí que consideramos importante que esta medida se implemente con el objetivo de estimular el consumo”, agregaron.
Basados en las declaraciones de los expendedores acerca de su impacto en las ventas, Ramos afirma que “un combustible más económico mejoraría todas las actividades productivas y comerciales, generando un beneficio directo en las empresas de servidos de logística y sobre todo en el transporte público de pasajeros ya que el aumento del gasoil o la nafta modifica las estructuras de costo e impacta en millones de usuarios de todo el país”.
En ese sentido, señala que la baja del impuesto a los combustibles líquidos para las naftas permitirá volcar al mercado interno más de $ 17.087 millones, de los cuales $ 16.232,70 millones van a ir al bolsillos de usuarios. Según datos del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, podemos estimar que en 2015 se vendieron 8.543 millones de litros de naftas, de los cuales el 95 por ciento lo consumieron particulares.
La quita del impuesto sobre el gasoil permitirá volcar al mercado interno y reducir los costos logísticos en unos $ 21.837 millones, con esto se beneficiará al sector agropecuario en unos $ 1.914 millones y al transporte de carga en $ 1.064 millones.
En definitiva, el proyecto propone reducir el precio final de las naftas en un 10,3 por ciento y en un 9,8 el precio final del gasoil con el objetivo claro de mejorar la accesibilidad de los hogares a los combustibles, para poder así desarrollar las tareas indispensables y reducir los costos logísticos -mejorando la competitividad de las empresas- y el impacto inflacionario en el conjunto de la economía.
“Es importante mencionar que la reducción en las alícuotas tanto para las naftas como para el gasoil no tiene ningún efecto en la retracción de los fondos que actualmente reciben las provincias en concepto del Régimen Federal de Coparticipación de Impuestos, ni los fondos destinados a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), ni para el Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI). El esfuerzo fiscal será realizado por el Tesoro Nacional, no incurriendo en ninguna reducción de fondos por parte de las provincias, ANSES y FONAVI”, concluyó Ramos.
Fuente: SURTIDORES