Se llegó a un acuerdo para ubicar el costo del metro cúbico en valores similares a los del interior de la provincia mediterránea. Desde el sindicato aseguran que la situación había llegado a un punto tan crítico que algunos comercios suspendieron personal y un trabajador fue finalmente despedido.
Durante varios años se desató una guerra de precios en la Capital cordobesa, lo que generó importantes perjuicios a los expendedores de esa ciudad. Esto se debía a que algunas estaciones de servicio utilizaban como estrategia comercial incrementar el volumen de venta ofreciendo el producto a precios sensiblemente más baratos que el resto de las competidoras. Desde hace aproximadamente un año, la situación fue normalizándose, hasta ubicarse los precios en niveles similares a los de otras ciudades más importantes.
Sin embargo una nueva disputa alcanzó a las bocas de la localidad de Río Cuarto lo que llevó los valores del producto a $1,50 por metro cúbico, que según expendedores de la zona representa un precio inferior al costo. A partir de ese momento los establecimientos aledaños sufrieron una caída importante de las ventas, al punto que necesitaron de menos empleados para atender a los clientes.
En este contexto una estación de servicio despidió un playero con el argumento que a raíz de la fuerte caída de los ingresos no era posible sostener la planta laboral en la misma medida que cuando el GNC costaba $2,70. Indirectamente esta postura de las expendedoras baratas genera una gran presión sobre las empresas más chicas, que para no perder clientela fijan el mismo precio, incluso en algunos casos operando a pérdida.
En este contexto, José Sarracini, Secretario Gremial del Sindicato de Petroleros de Córdoba (Sinpecor) explicó que los precios comenzaron a normalizarse hasta llegar en los casos de negocios más caros a $3,70, al igual que en otras ciudades de la región.
En cuanto a los combustibles líquidos, en cambio, el dirigente manifestó que “no hay inconvenientes” desde el punto de vista del personal, a pesar del tope impuesto por la Secretaría de Comercio Interior. No se registra una reducción de las afiliaciones y a pesar las quejas de los dueños de los puestos de despacho de combustible aclara que “hubo aumentos conforme a los porcentajes que se practicaron en todo el país”.
