En base a las subas que mostró el combustible, superiores al 40 por ciento, los empleados de las estaciones de servicio anticipan que a la hora de negociar sueldos en 2014 el reclamo no será inferior al 30 por ciento. No obstante, aclaran que podría ser aún mayor, ya que todavía resta evaluar algunas variables del mercado.
Carlos Acuña, Secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (SOESGyPE) está analizando las problemáticas del personal de las bocas de expendio y la evolución del mercado de las naftas y gasoil durante este año, en particular la rentabilidad de los comercios, para ir delineando los puntos centrales que estarán en discusión durante la próxima paritaria.
En lo que respecta a precios, Acuña asegura que este año “en todo el país las naftas subieron un 40 por ciento, mientras los salarios crecieron un 24 por ciento”. Por eso, argumenta que “los expendedores todavía tienen un margen a favor”, que será tenido en cuenta por el personal a la hora de sentarse a negociar.
Evaluando esta tendencia que presenta el negocio desde la expropiación del grupo Repsol en YPF, el dirigente no comparte la decisión de los empresarios resistirse a nivelar los sueldos en todo el país conforme a las referencias del convenio colectivo de trabajo que se implementa en Buenos Aires. “Han ganado mucha plata”, apunta.
“Este es un planteo que lleva años y está desactualizado. Se quejan de que no pueden pagar los mismos sueldos mientras que en el interior es donde más cara vale la nafta”, expresó. Acuña sostiene que actualmente el litro de la variedad más económica no baja incluso en las bocas de YPF de los 9 pesos el litro, llegando en la mayoría de las marcas, como Shell y Petrobras, a 10 pesos. “Después que aumentó un 40 por ciento se están quejando”, criticó.
Ante estas condiciones, el dirigente gremial se mostró molesto con la posición de las cámaras empresarias: “cuando llega la discusión de los salarios aparecen todos los problemas pero durante el año no dicen lo mismo”. El encuentro multisectorial que iba a reunir a petroleras, estacioneros y empleados, confirma que por estas diferencias “quedó en la nada”. “Los empleados somos los únicos que luchamos contra el cierre de las estaciones”, disparó finalmente Acuña.