Fue a partir de una audiencia en el Ministerio de Trabajo que debió ser suspendida por diferencias de las partes. Los expendedores propusieron un 28 por ciento de aumento para 2014, oferta que fue rechazada de plano por los empleados. Anunciaron un plan de lucha.
Al igual que en todo el país, salvo en la provincia de Buenos Ares, que presentó un nuevo convenio colectivo de trabajo para su homologación, el Sindicato de Petroleros de Córdoba (SINPECOR) y la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro (FECAC) no se pueden poner de acuerdo respecto de los incrementos de sueldo para este año.
Los trabajadores solicitan un 45 por ciento de ajuste, mientras que los empresarios se estiran hasta un 28, en línea con lo que sugieren desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) a nivel nacional.
En la última reunión en el marco del Ministerio de Trabajo los expendedores ofrecieron una actualización distribuida en dos cuotas: 18 por ciento en abril y 10 en Agosto. Guillermo Borelli, secretario general del SINPECOR, consideró esta moción como “una burla patronal y una falta de respeto a la inteligencia de la clase trabajadora”.
El dirigente explica que en los encuentros anteriores le manifestó a miembros de la FECAC que un 32 por ciento le parecía alejado de las pautas inflacionarias que presenta la economía. “Tuvimos que suspender la reunión”, lamentó.
En respuesta a la propuesta mediante un comunicado el sindicato anunció que “ante la difícil situación económica que atraviesan los compañeros, el Sindicato Petrolero de Córdoba continua en estado de alerta y movilización y ha iniciado un plan de lucha en toda la provincia, tendiente a lograr un ajuste a nuestros salarios y que éste sea digno para la familia petrolera”.
“Habrá consecuencias”, advirtió Borelli a los empresarios. No adelantó las acciones que desarrollará el gremio en los próximos días pero aseguró que “le estamos avisando a todos los compañeros sobre la situación”. Incluso mencionó que ya se están pegando afiches para motivar medidas de fuerza.
“Las estaciones de servicio están en condiciones de dar un aumento como el que se pretende, subieron los combustibles más de un 50 por ciento y en Córdoba se terminó la guerra del GNC”, sostuvo.