Se reunirán este jueves con directivos de la Universidad Nacional de Córdoba para conocer en detalle los avances de los estudios encomendados a esa Casa de Estudios para determinar si el expendio de GNC causa algún grado de insalubridad al personal que lo expende
Meses atrás, el Sindicato Petrolero de Córdoba requirió a la Universidad Nacional de esa provincia que efectúe los estudios correspondientes para determinar si el expendio de GNC causa algún grado de insalubridad en los trabajadores.
El pedido fue en el marco del convenio de cooperación mutua que la agrupación sindical suscribió con la directora de la casa de altos estudios, Dra. Carolina Scotto, constituyéndose una comisión mixta a fin de diagramar y valorar las distintas acciones a llevarse a cabo. Entre los temas a tratar se ubicó las consecuencias del despacho del combustible gaseoso entre los prioritarios.
El actual secretario general del Sinpecor, Guillermo Borelli, adelantó que este jueves se reunirán con directivos de la UNC para conocer en detalle los avances de los estudios. “Nuestra intención no es ponerse en contra de nadie ni cuestionar esta actividad. Sólo queremos saber que pasa con la salud de los empleados cuando se cierra la válvula de despacho del surtidor”, aclaró.
La medida tiene un doble efecto. “En primer lugar preventivo”, expresó Borelli, no obstante también tiene su costado sindical, ya que tiempo atrás en las plantas fraccionadoras de Gas Licuado de la provincia de Córdoba lograron reducir la jornada laboral a seis horas por lo pesado de la tarea y por las secuelas que dejaba en los operarios el chorro de gas que despedía la maquina al desconectarse de la garrafa.
Si bien admitió que no pueden hablar de afecciones en los empleados que despachan el combustible, sostuvo que se produjeron algunos casos de alergias que despertaron sospechas, razón por la cual decidieron solicitar la asistencia de los especialistas de la Universidad.
Los empresarios en tanto, aseguran que el combustible no causa ningún tipo de dolencias. “El metano no es tóxico, no tiene contraindicaciones, es una de las moléculas más simples, (CH4) que no da lugar a la formación de partículas y que por ser muy estable no reacciona fácilmente con otras sustancias, o sea que no es reactiva en el laboratorio ambiental de la atmósfera”, concluyeron.