Será el jueves 25 de julio en Buenos Aires. La federación nacional que representa a las estaciones de servicio reunirá a todas las delegaciones provinciales con la intención de analizar medidas de acción concretas en protesta a los problemas de rentabilidad que atraviesan los operadores y por la defensa de los puestos de trabajo
A diferencias de las autoridades, la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) está preocupada por la situación económica que atraviesan las bocas de expendio. Durante 2012 cerraron 183 puestos de venta de combustibles en todo el país y nada hace pensar que este año el balance muestre resultados positivos. Todo lo contrario, existen indicios para advertir que los rojos serán más que significativos.
Ante el temor de que continúe esta tendencia, el personal convocó a un congreso nacional extraordinario para la próxima semana. Según informó el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios de Misiones, Gerónimo Sanabria, “la reunión está prevista para el 25 de julio en Capital Federal”.
Los temas que estarán en agenda son: situación financiera de los expendedores, estabilidad de las Pymes, encuadramiento de los empleados de las bocas propias de YPF que hoy están afiliados en el Sindicato Unidos Petroleros del Estado (SUPE) y cumplimiento de los convenios colectivos de trabajo, entre otras cuestiones.
Durante la audiencia se va a discutir la posibilidad de organizar un plan de lucha en conjunto con los dueños de estaciones. Sanabria asegura que “tenemos reuniones periódicas con el sector empresario” y que por el momento “estarían dispuestos a apoyar una medida que beneficie al sector”. Una de las mociones que votarán los secretarios generales de las provincias es decretar un paro de actividades por 24 horas, como se pensó para el mes de agosto.
Por su parte, días atrás, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) ratificó en una reunión de consejo directivo apostar en primera instancia al diálogo con las compañías petroleras – sobre todo con YPF – a la espera de que mejoren las condiciones comerciales, antes de salir a la calle.
No obstante aclararon que no se descarta acompañar un plan de lucha en conjunto con los empleados, siempre y cuando no haya respuestas estructurales a los problemas de rentabilidad que presentan los operadores. El pedido concreto es elevar la comisión por la venta de naftas y gasoil.