Los dichos de su presidente mundial acerca de que harán un análisis de los negocios en la Argentina dispararon innumerables especulaciones acerca de su futuro. “Es una práctica habitual, se trata de la evaluación del modelo y activos que Shell tiene en el país”, aseguran desde la petrolera. ¿Qué opinan sus dealers?
Ayer, el Presidente de Shell a nivel global, Ben van Beurden, declaró en su habitual conferencia de prensa que la compañía haría una revisión estratégica de los negocios en la Argentina en el marco de un programa de desinversiones por 30.000 millones de dólares.
Los dichos del titular mundial de la petrolera echaron a correr un sinfín de versiones sobre su futuro en el país. Sin embargo, en afán de llevar tranquilidad, especialmente a la red de estaciones de servicio y distribuidores, Shell comunicó oficialmente que “en función de especulaciones periodísticas circuladas en el día de la fecha, Shell Argentina aclara que en respuesta a las circunstancias globales de nuestra industria y los objetivos detrás de nuestra combinación con BG, estamos llevando a cabo una revisión estratégica solamente de nuestro negocio de Downstream y sus activos en el país. Estos incluyen la Refinería Buenos Aires, nuestra red de estaciones de servicio (alrededor de 600), Trading & Supply, Químicos y los negocios de Global Commercial, incluyendo GLP, Aviación, Marítimo y Lubricantes”.
En ese sentido agregaron que “nuestros intereses en el negocio de Upstream y sus activos en Argentina están fuera del alcance de la revisión estratégica. Consideramos que nuestras inversiones globales de shale son prioridad de crecimiento futuro a partir del año 2020 y, por lo tanto, estamos comprometidos con el desarrollo y crecimiento de nuestro negocio de no convencionales en Argentina en los años venideros”.
Respecto a su actividad de comercialización, la empresa enfatizó que “no tiene intención de perder presencia en Argentina”, y aclaró: “Una revisión estratégica de nuestra cartera de Downstream es una evaluación del modelo y activos que el negocio tiene en el país, Shell tiene un fuerte compromiso con la Argentina donde tenemos más de 100 años de historia”.
En los últimos 15 años la petrolera anglo-holandesa hizo esta revisión cuatro veces mientras Juan José Aranguren era el Presidente de la Compañía. Si bien durante la diputa que mantuvo el Gobierno anterior, puntualmente con Néstor Kirchner que llamó a un boicot contra sus combustibles, se encargó un estudio de valuación de la destilería de Dock Sud y otras áreas, nunca prosperó una operación de transferencia.
Sorpresa de los expendedores
Miguel de Paoli, operador de esta marca en Chaco, minimizó las versiones: “Ya en la década del 60 estuvo a punto de irse, cuando se nacionalizaron las bocas de expendio, pero en aquel entonces un grupo de funcionarios de la empresa lograron convencer de permanecer en el país y Shell continuó su basta y fructífera historia en Argentina, que hoy lleva 100 años”.
Y analizó: “Siempre se han superado situaciones difíciles; incluso en 2005, cuando se tuvo que enfrentar a un boicot presidencial; entiendo que las inversiones a largo plazo siempre han sido las opciones más rentables que han tenido los accionistas de Shell en nuestro país”.
De Paoli expresó su deseo personal: “prefiero que continúe en el mercado porque creo que hay un contexto favorable de inversión y de recupero del capital”.
Más allá de sus expectativas el empresario explica que “Shell es una empresa global que está supeditada a ser adquirida por otra empresa en cualquier momento porque cotiza en bolsa y los accionistas son los que tienen la última palabra y pueden decidir su destino; lo que ocurra ya no depende de nuestra preferencia sino de lo que decidan los dueños”.
Fuente: surtidores.com.ar